Más de 19.000 personas adultas salieron a la calle ayer con un barril, tambor, herrada, bandera o bastón de mando. Todo un ejército con un total de 152 compañías que no dejó barrio, plaza o esquina sin conquistar.

La noche y las primeras horas de la mañana fueron especialmente frías, pero a medida que avanzaba la jornada templó. La temperatura no influyó, sin embargo, en las manos de quienes hacían retumbar la ciudad aquí y allá.

Las melodías de Sarriegi se escucharon en todos los barrios, en iglesias, en parques, en colegios y hasta en la cárcel. Fue un día intenso y especialmente largo que no concluyó, sin embargo, con la arriada de la bandera, ya que muchos donostiarras estiraron la fiesta todavía un poco más. - N.G.