donostia - Donostia gestionará un presupuesto de 432 millones de euros en 2020. Rechazadas las dos enmiendas a la totalidad de EH Bildu y Elkarrekin, el proyecto presentado por el Gobierno municipal incorporará finalmente una veintena de propuestas acordadas con EH Bildu y PP por valor de 1,2 millones de euros. Entre ellas, la renovación del césped de Matigoxotegi y mejoras en la red de saneamiento y en parques infantiles de Amara.

El concejal de Hacienda, Jaime Domínguez-Macaya, defendió que el presupuesto "está diseñado especialmente para que los que más necesidades tienen sean los que mejor respuesta y más recursos obtengan", que es "equilibrado" y que blinda el gasto social. Valoró que los acuerdos alcanzados con dos grupos de la oposición "revertirán en una mejora para nuestra ciudad". Mostró mayor distancia con Elkarrekin Donostia y criticó sus propuestas con respecto a las reducciones propuestas en partidas de Fomento, saneamiento o mantenimiento. "Critican nuestro tono, pero el tono del Gobierno municipal es el del no. No han querido ni acercase a hablar con nosotras y han ignorado nuestras 155 correcciones", respondió la portavoz de Elkarrekin Donostia, Aitzole Araneta, que añadió que incluso las partidas pactadas con los otros dos grupos de la oposición apenas representan el 0,27% del presupuesto.

Tanto ella como la portavoz de EH Bildu, Reyes Carrere, aseguraron que el proyecto de presupuestos del PNV aumentará las diferencias y no responde como debería a los problemas de la ciudad, entre ellos el de la vivienda, la calidad del empleo o el cambio climático, de ahí su enmienda a la totalidad. También el concejal del PP Borja Corominas censuró la propuesta del Gobierno municipal y "su falta de ambición", aunque consideró que las enmiendas a la totalidad "no suman" y se enfrentan a una realidad de un gobierno con mayoría.

"Tenemos un plan de gobierno, sabemos dónde queremos ir", respondió Domínguez-Macaya, que añadió que la mayoría de las inversiones previstas son proyectos de los barrios de la ciudad, aunque desde EH Bildu y Elkarrekin Donostia demandaron partidas e inversiones específicas en los barrios del este de la ciudad, las zonas con peores indicadores.

"Si la ciudad fuera como dicen, nadie querría venir aquí, sería una ciudad triste y no lo es", les contestó el concejal del PSE-EE Enrique Ramos, que destacó la alta calidad de los servicios de Donostia. "Viven en una realidad paralela, los datos que damos son los ofrecidos por el Ayuntamiento y quien sí tiene el alojamiento asegurado en la ciudad son los turistas", criticó Carrere.