donostia - El pequeño museo situado en el castillo de Urgull, que abrió sus puertas hace diez años y acoge la exposición sobre la historia de la ciudad Mirando a San Sebastián, recibió el pasado año más visitas que el principal espacio expositivo de la ciudad, el museo de San Telmo, que contó además con una programación especial con motivo de la Capital Europea de la Cultura.

La memoria de actividades de Donostia Kultura revela que ambos museos municipales, de muy distinta personalidad, experimentaron un aumento en el número de visitantes. El de Urgull alcanzó los 175.000 visitantes -en algunos días se superaron los 2.500- mientras que en San Telmo se contabilizaron 156.000, de los que 26.000 acudieron a las numerosas actividades programadas y el resto, 130.000, a las exposiciones. Hay que recordar que el museo de Urgull no es de fácil acceso, aunque su entrada es gratuita. Justo lo contrario sucede en San Telmo, que está en el centro de la ciudad, aunque su entrada general cuesta seis euros. Hay también distintas bonificaciones y el martes es gratuito para todos los asistentes.

El museo de Urgull continuó el pasado año con la tendencia iniciada tres ejercicios atrás y que se intensificó en 2016, según destaca la memoria de Donostia Kultura. En los meses de julio y agosto se contabilizaron más de 45.000 y 50.000 visitas, respectivamente, pero también subieron en los meses de abril a octubre. El museo de San Telmo, por su parte, experimentó también una mayor cantidad de visitas y se notó especialmente el incremento de asistentes del ámbito educativo, que creció un 15%. Más de 7.000 escolares conocieron el centro expositivo del antiguo convento de la plaza de Zuloaga.

diez casas de cultura Pero no solo los dos museos municipales recibieron numerosas visitas a lo largo del pasado año. Las diez casas de cultura de los distintos barrios también atrajeron a numeroso público aunque, en este caso, se produjo un leve descenso (2,6%) de asistentes, ya que se contabilizaron 1.267.600, 54.400 menos que en el año 2015, cuando se registraron 1.322.000 personas en estos centros. La reducción de público fue enmarcada en la presentación de la memoria de Donostia Kultura la pasada semana, dentro de las oscilaciones de actividad que presentan cada año los centros culturales donostiarras.

Por contra, los socios de Donostia Kultura, que disponen de una tarjeta por la que acceden a descuentos y otras ventajas, también se incrementaron de nuevo el pasado año. A finales de 2016 se contabilizaron 95.426, 4.783 más que el año anterior, es decir un 5% más.

Del total de poseedores de esta tarjeta, la mayoría (60%) son mujeres y un 77% son vecinos de Donostia. Entre los donostiarras, el barrio de Amara es el que proporciona mayor número de socios a Donostia Kultura, con casi un 19% del total, seguido de Gros, con un 14%, e Intxaurrondo, con un 11%.

Las bibliotecas de la ciudad, la mayoría incluidas en las casas de cultura, mantuvieron una fuerte actividad y alcanzaron las 959.187 visitas y 495.731 préstamos, tanto de libros como de otros documentos. De media, se llevaron a cabo 2,7 préstamos por habitante, algo menos que en 2015, cuando se contabilizaron 2,9. El préstamo de libros digitales fue de 4.505, repartidos entre las 1.864 personas usuarias de este tipo de dispositivos.

Además, a finales del pasado año, la red de bibliotecas donostiarras se integró en el sistema informático de la Red de Lectura Pública de Euskadi, “el proyecto de mayor envergadura acometido en 2016” en la sociedad municipal, según señala su balance. Esta integración seguirá mejorando este año en relación con los usuarios on line. Los centros culturales de Donostia incluyeron también el pasado año el servicio wifi del Ayuntamiento.

El presupuesto de Donostia Kultura ascendió en 2016 a casi 27 millones de euros, de los que el Ayuntamiento aportó cerca de 21. Otros seis millones de euros correspondieron a los ingresos por la venta de entradas a San Telmo y distintos espectáculos. En concreto, se vendieron 215.113 entradas, un 15% más que en 2015.