- El melón de la musika eskola está abierto. Dibujar el futuro del centro José de Azpiazu desde el punto de vista del continente (el inmueble) y contenido (la oferta pedagógica) es el objetivo del proceso de reflexión colectiva y participativa que ha echado a andar de la mano de la consultoría Hiritik At, a la que ha contratado el Consistorio oñatiarra para determinar la hoja de ruta de una escuela cuyos problemas de accesibilidad en el actual emplazamiento de Gorritxitxi, sumados a la falta de espacio en unas instalaciones inadecuadas y poco funcionales, piden desde hace años una solución.

Las entrevistas ya realizadas a la comunidad educativa de la musika eskola (dirección, progenitores y profesorado) sirven de base al diagnóstico sobre el que pivotarán las sesiones, abiertas a la ciudadanía, que seguirán trazando el futuro del centro los días 19 y 28 de este mes, en el tercer piso de Eltzia (18.30 horas). En el primero de los encuentros, el próximo miércoles, se abordarán el tipo de servicio que quieren los usuarios y el proyecto pedagógico, según explica la consultora de Hiritik At, Maialen Arregi. Para la segunda reunión se deja el debate sobre el modelo de gobernanza o gestión, y el propio espacio, es decir, los requisitos que deberá cumplir la sede musical para responder a las necesidades detectadas.

Con la radiografía lista se dará paso a un trabajo interno en el que se plasmará en un documento las propuestas a nivel estructural y pedagógico para la nueva escuela de música. Un resultado que se contrastará con la ciudadanía "entre finales de febrero y principios de marzo", avanza Arregi.

Como ya anunciara hace unos meses el Gobierno municipal, la musika eskola es uno de los proyectos estratégicos (junto a Emakumeen Etxea) para lo que queda de legislatura. Una de las patatas calientes de la política municipal a la que se le va a meter mano.

Los responsables municipales han querido tener primero "un dibujo claro de las necesidades actuales y un plan estratégico a futuro" antes de estudiar los posibles emplazamientos del centro musical adaptados a esa realidad, "bien en espacios municipales como ahora o en operaciones de compra", indican desde el equipo de Gobierno.

"Con el diagnóstico sobre la mesa el siguiente paso será analizarlo y empezar la búsqueda del espacio; la ubicación", añade el Gobierno oñatiarra, que también reconoce que será la fase "más complicada". Se trabaja con la idea de resolver el emplazamiento este año como paso previo a la definición del proyecto arquitectónico.

A la escuela de música (y la Casa de las Mujeres) se le ha dado "prioridad" en la agenda municipal, y en lo que a dotación económica se refiere ambas actuaciones cuentan con la correspondiente reserva gracias a la liquidación del presupuesto de 2020.

Con 33 años de recorrido, 350 alumnos y alumnas, más de 800 matrículas y una cada vez más amplia oferta educativa, la comunidad de la musika eskola José de Azpiazu confía "en este proceso", señala el presidente de la asociación de padres y madres del centro, Manu Egaña. La escuela lleva años adaptándose a sus necesidades a través de diferentes parcheos y, por tanto, creen que es hora de "invertir en ella como se merece".