ué, dónde y cuánto se podrá ejecutar dentro del ámbito físico municipal. Ese será el cometido del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), que inicia su andadura con la fase centrada en el diagnóstico, es decir, con la radiografía de la situación actual de la localidad bajo el prisma de la ciudadanía. No en vano, el diseño del futuro urbanístico de Aretxabaleta se quiere llevar a cabo con la implicación de las y los atxabaltarras que podrán participar en la concreción de este instrumento de planeamiento: la hoja de ruta que marcará los desarrollos en materia urbanística en cuestiones relacionadas con la vivienda, espacios públicos, equipamientos o la movilidad, entre otros ámbitos.

El alcalde, Unai Elkoro (PNV), presentó ayer el proceso Nahi dugun Atxabalta que arrancará el próximo lunes con la puesta en marcha de una encuesta que se podrá rellenar online en la web www.hapo-aretxabaleta.eus/es. Acompañado del portavoz de EH Bildu, Ion Albizu, el arquitecto municipal, Ibai Larrabe, la técnica de Participación, Amaia Murgiondo, y Jone Belausteguigoitia, de la empresa Lur Studio a la que el Consistorio ha encargado la dinamización del proceso, Elkoro explicó que en estos momentos Aretxabaleta no cuenta con un plan urbanístico, sino con Normas Subsidiarias que datan del año 2000. "Es importante redactar este plan para disponer de una herramienta adaptada a las necesidades y tiempos actuales", recalcó Elkoro.

El primer edil insistió, además, en que el PGOU es el "instrumento más importante para el desarrollo del municipio" y buscan que "sea fruto del mayor consenso ciudadano, social y político posible". "Nuestro objetivo es convertir este proceso en una oportunidad para propiciar el debate público sobre el modelo de pueblo que queremos; detectar cuáles son los principales retos y desafíos desde el punto de vista de la construcción del Aretxabaleta del futuro", manifestó el regidor atxabaltarra antes de invitar a la ciudadanía a participar a través de los diferentes canales que se facilitarán durante todo el proceso.

Por su parte, el portavoz de EH Bildu, Ion Albizu, destacó que la comparecencia conjunta de ambas formaciones políticas (PNV y EH Bildu) demuestra "la dimensión de lo que tenemos entre manos". "No es un reto cualquiera. El PGOU definirá lo que se podrá hacer los próximos años en el municipio", señaló el portavoz de la coalición soberanista, a la vez que incidió en que su desarrollo es "tarea de toda la ciudadanía". Mostró, asimismo, la "plena disposición" de su formación de consensuar el plan urbanístico "entre todos y todas".

Así, la primera fase del PGOU extraerá la fotografía de la situación actual del municipio. Este diagnóstico canalizará la participación ciudadana a través de distintas vías. Por un lado, desde el día 15 de noviembre hasta el 3 de diciembre se podrá completar un cuestionario en la web www.hapo-aretxabaleta.eus/es, en la que se dará información sobre todo el proceso y los contenidos del plan.

De forma presencial, el 18 de noviembre se ofrecerá una charla informativa en Arkupe (18.00 horas), y en este mismo lugar, el día 24 habrá una sesión participativa (18.00). Se organizarán, por otro lado, reuniones específicas con determinados colectivos (centros escolares, auzoalkates, jubilados, adolescentes, asociación de mujeres...), y también se convocará al Consejo Asesor de Planeamiento Urbanístico; un órgano que integrarán representantes de cerca de 40 grupos y entidades que trabajan en diversos ámbitos.

La elaboración del documento que determinará la estrategia urbanística es un proceso largo, según expuso el arquitecto municipal, que puede prolongarse "durante cinco-seis años". Una vez concretado el diagnóstico, entre febrero y marzo de 2022 se recogerán propuestas y alternativas de la ciudadanía para el desarrollo de Aretxabaleta. En el avance y la aprobación inicial del documento también habrá un periodo de exposición pública abierto a alegaciones.