- Problemas de accesibilidad, instalaciones que, además de haberse quedado pequeñas, no son adecuadas ni funcionales, son algunas de las carencias con las que tiene que convivir desde hace años José de Azpiazu Musika Eskola. Una asignatura pendiente de resolver a la que se le quiere hincar el diente con la puesta en marcha de un proceso participativo que "entre finales de enero y febrero" del próximo año tendrá lista la hoja de ruta de la futura escuela de música de Oñati, que este curso cumple 33 años de andadura con cerca de 350 alumnas y alumnos, y más de 800 matriculaciones (el alumnado se inscribe en más de un instrumento).

Como ya se anunció hace unos días, en el acto que se desarrolló el martes en el salón de plenos, la alcaldesa, Izaro Elorza, reiteró "el compromiso" del Gobierno municipal de hacer frente a "este reto" en lo que queda de legislatura, con el objetivo de responder a una "necesidad" que es evidente y "hallar la mejor solución" para la escuela de música. Un proyecto que califican de "estratégico" dentro de la agenda municipal, y para cuyo despegue el Ayuntamiento ha contratado a la empresa Hiritik-At que se encargará de dinamizar la reflexión conjunta que implicará a "toda la comunidad" que se mueve en torno al centro de enseñanza musical: profesores, padres, alumnos...

En esta primera fase, según precisó la alcaldesa, se realizará un diagnóstico para el que se han destinado 15.000 euros, del que emanará un plan estratégico. Cuatro serán las líneas de trabajo sobre las que pivotará el proceso. "Haremos una radiografía del propio servicio, su dimensionamiento y evolución, por ejemplo, de aquí a diez años. En segundo lugar, abordaremos el proyecto pedagógico, y en tercero el modelo de gobernanza. Por último, concretaremos las características del espacio que se necesita", detalló Maialen Arregi, profesional de Hiritik-At que dirigirá esta fase participativa.

Para trenzar el diagnóstico se llevarán a cabo entrevistas con el profesorado y técnicos municipales, y una vez finalizado se compartirá y completará con la comunidad de la musika eskola a través de diversas reuniones.

Tras marcar el rumbo de la musika eskola, llegará el turno de decidir "dónde se va a ubicar". Sobre los posibles emplazamientos, el concejal de Cultura, Iñaki Olalde, indicó que todavía "no hay nada" sobre la mesa, aunque sí comentó que están mirando "los edificios y espacios que puedan estar libres". El actual inmueble de Gorritxitxi "está ahí", señaló Olalde, en alusión a un equipamiento y localización que en su situación actual "no es la elección adecuada", pero que tal y como apuntó, tampoco está "descartado" entre los futuros candidatos para acoger la escuela.

Para final de legislatura, en el segundo trimestre de 2023, se espera contar con el proyecto arquitectónico que determinará la distribución del edificio de la musika eskola. Y aunque es pronto para hablar de plazos, ese mismo año, si fuera posible, "estaría bien que arrancaran las obras y terminaran de cara a 2025", añadió Olalde. En cualquier caso, el edil de Cultura recalcó que no se trata de hacer "las cosas con prisa; queremos hacerlas bien".

Por su parte, el presidente de la musika eskola, Manu Egaña, y el director, Aitor Madina, agradecieron al Consistorio su disposición de dar una respuesta a una "necesidad" que busca que la oferta de la escuela se desarrolle "en condiciones óptimas", manifestó Madina. "El edificio es importante pero, a su vez, lo es también lo que recoge en su interior. Este proceso permitirá dibujar la musika eskola del futuro, con respeto y mucho cariño a la labor de las personas que pusieron la primera semilla de este proyecto", sentenció Egaña.