- Paralizadas desde hace 19 meses a la espera de ser retomadas, las obras de Juan Arzamendi Musika Etxea (JAME) han movido ficha. Los trabajos para finalizar la adecuación de la que será la sede de Arrasate Musikal y Goikobalu abesbatza ya han arrancado de la mano de Construcciones Moyua, empresa a la que el Ayuntamiento ha encomendado la tarea de rematar la actuación que, tras su quiebra, la anterior adjudicataria -Lurgoien- dejó inconclusa.

La semana pasada el Ayuntamiento arrasatearra y Moyua firmaron el acta de replanteo que oficialmente da el pistoletazo de salida a la obras. Seis meses es el tiempo estimado para finiquitar la rehabilitación de la antigua Escuela de Aprendices; un plazo, que en palabras del gerente de Construcciones Moyua, Jakoba Korta, se cumplirá "si no aparece nada raro".

Las primeras labores acometen la instalación de las ventanas para evitar la entrada del agua de lluvia al interior del inmueble. Korta reconoce que los trabajos ya realizados se han "mantenido bien" porque, entre otras cosas, el edificio una vez de interrumpirse la obra se protegió con una cubierta para minimizar las consecuencias de su exposición a las inclemencias meteorológicas. "El inmueble está en buen estado. Si no hay sorpresas debería estar terminado en seis meses, para marzo", reiteró el directivo de Moyua en la exposición de los detalles de unas obras que tienen pendiente el "35-40%" de la ejecución para darlas por finalizadas, tal y como concretó Javier de la Fuente, arquitecto de LKS, la empresa que dirige el proyecto.

"La parte más compleja está materializada. Falta por ir rematando las actuaciones planta por planta. Los acabados, parte de la distribución de las distintas dependencias, las instalaciones que no estaban del todo terminadas, y la carpintería interior y exterior", precisó De la Fuente. El arquitecto remarcó, no obstante, que los últimos retoques "suelen ser delicados" porque son "elementos sensibles y hay que tener mucho cuidado para dejarlo todo correctamente, incluida la acústica que en un edificio de estas características juega un papel fundamental".

Por su parte, la alcaldesa, María Ubarretxena, incidió en que "la prioridad" del Gobierno municipal es concluir la obra "cuanto antes y bien". La primera edil habló del curso "2022-2023" para que Arrasate Musikal y Goikobalu estrenen su nueva sede.

Mantener su esencia. Sin alterar la estética de un emblemático inmueble, el de Aprendices, que fue inaugurado en 1939 al calor de la Unión Cerrajera. Ese ha sido el criterio sobre el que ha pivotado el proyecto de Juan Arzamendi Musika Etxea. Un hall principal y en los laterales dos escaleras de acceso a los pisos superiores se ubicarán en la planta baja, que albergará, como plato fuerte, el auditorio con un aforo para 172 espectadores.

En la primera y segunda planta se localizarán las salas para impartir las clases, ensayos y baile, y como novedad, en la cubierta se alojarán las oficinas, el aula de informática y fonoteca en una estructura acristalada, además de un espacio de terraza descubierta para recitales al aire libre. Esta planta está retranqueada para no alterar la imagen del edificio.

La rehabilitación de Aprendices para su transformación en JAME tropezó por el camino con la quiebra de la firma Lurgoien. En números, las obras ejecutadas hasta la fecha ascienden a 2.529.430 euros, a los que hay que sumar los 3.991.400 euros que costará la última fase recién iniciada. Por tanto, las arcas públicas desembolsarán un total de 6.520.800 euros por la escuela de música.

El equipo de Gobierno recuerda, a su vez, que el Consistorio recuperó el aval de 239.700 euros que Lurgoien depositó en el momento que asumió la obra; una cantidad que se ha empleado para sufragar gastos adicionales como la protección del inmueble mientras los trabajos han estado parados, la conservación de la talla de San José que se colocará en su lugar original o la adaptación del proyecto.