- De forma "segura y sostenible" pueden desplazarse ya a sus empresas los trabajadores del polígono Santxolopeztegi de Oñati. Las obras de conexión del bidegorri al área industrial existente en el entorno de la ermita de Madalena han contado con la implicación económica de las cooperativas Fagor Industrial, Lana y el Grupo Ulma, que han contribuido con 10.000 euros cada una a hacer frente a la inversión -150.000 euros- que ha supuesto esta actuación. Esta aportación, junto con los 47.500 euros de subvención que han llegado del Gobierno Vasco, han reducido a 72.500 euros el desembolso de las arcas locales en este proyecto.

"La adecuación de este tramo ciclista y peatonal responde a la demanda de las empresas y, al mismo tiempo, va en consonancia con la planificación y política del Ayuntamiento para lograr una movilidad más sostenible en el municipio", destacó ayer la alcaldesa, Izaro Elorza, durante la firma del acuerdo que formaliza la colaboración económica entre el Consistorio y las citadas factorías.

La presidenta de Fagor Industrial, Jone Urzelai, por su parte, agradeció la ejecución de este proyecto que "garantiza la seguridad" de aquellas personas, "cada vez más en nuestro caso", que acuden a los centros de trabajo a golpe de pedal. No en vano, fue esta cooperativa la que trasladó hace unos años al Ayuntamiento la propuesta de enlazar el bidegorri actual, que transcurre junto al Artixa, con Santxolopeztegi.

En la misma línea se pronunciaron la y el presidente de Lana y el Grupo Ulma, Mirari Zilaurren y Lander Diaz de Gereñu, respectivamente. "Apostamos por la sostenibilidad y, para ello, hay que dar facilidades y alternativas", defendió Diaz de Gereñu.

En un trecho no muy largo, de unos cien metros, este nuevo enlace permite dirigirse al lugar de trabajo de un modo más seguro a aquellos que utilizan la bicicleta, y que hasta ahora debían abandonar el bidegorri para saltar a la carretera una vez de alcanzar la rotonda de Zubillaga. Así, de pronunciada pendiente (cerca del 15%), el primer tramo del recorrido mantiene la esencia de la antigua calzada, al haberse acondicionado el camino de piedra con 1,50 metros de ancho. El segundo tramo se ha asfaltado y comprende la ampliación del itinerario hasta las inmediaciones del parking de Fagor Industrial. La antigua senda de Santxolopeztegi se ha transformado, por tanto, en un vial accesible e iluminado.

El concejal de Servicios y Desarrollo Rural, Bixente Urrutia, explicó que el nuevo ramal ciclista-peatonal ocupa el trazado que a esta altura iba a tener inicialmente el bidegorri entre San Prudentzio y Oñati. La intervención se ha aprovechado, asimismo, para acometer otras obras añadidas, como la recuperación de la fuente de los tiempos en el que San Francisco de Borja, conocido en Oñati como Duke Santua, se alojó en Madalena cinco siglos atrás. El agua no es potable, pero se han dejado preparadas las instalaciones para una futura conducción desde el embalse de Urkulu.

Materializado este proyecto, todos los polígonos industriales de la localidad ofrecen un acceso propio a pie y en bicicleta.