ARRASATE - Golpeada por la pandemia y las continuas medidas restrictivas que se le imponen a merced de la evolución epidemiológica, la hostelería volvió ayer a echarse a la calle en Arrasate para, en esta ocasión, exigir al Ayuntamiento que cumpla "su palabra" y responda a los compromisos que asumió en la reunión que ambas partes mantuvieron a mediados de diciembre.

En una concentración que arrancó a primera hora de la mañana -alrededor de las 7.45 horas- frente al consistorio, los hosteleros explicaron que algunos bares "todavía, y al parecer por razones técnicas", no han recibido las ayudas directas por cada mes cerrado. Se acordó, asimismo, la exención del pago de las tasas del agua y la basura durante los seis primeros meses de 2021, sin embargo, según criticaron, "el recibo de la basura nos lo han cobrado, unos 50.000 euros entre todos los establecimientos, y pedimos que nos lo devuelvan".

El Ayuntamiento también se comprometió a "dar facilidades" para las terrazas; unos espacios que se han convertido en un gran aliado de la hostelería en tiempos de covid-19, y cuya instalación se antoja aún si cabe más necesaria en estos días en los que Arrasate se encuentra en zona roja y, por consiguiente, bares, cafeterías y restaurantes tienen que lidiar con mayores limitaciones horarias (el interior solo puede abrirse de 6.30 a 9.30 y de 13.30 a 16.30 horas).

"Once locales llevan cuatro meses solicitando el permiso para instalar terrazas y hasta la fecha no se lo han concedido", afirmó el colectivo de hosteleros, a la vez que emplazó a los responsables municipales a que brinden la posibilidad de colocar "terrazas provisionales" porque en "situaciones extremas hay que tomar decisiones extremas". "Necesitamos una respuesta urgente y rápida que por ahora no nos la están dando", recalcaron.

El cuarto de los puntos que se acordó, tal y como explicaron, fue el de la elaboración de una "adecuada" ordenanza de terrazas, que el sector reivindica que se defina "de una vez por todas".

REUNIÓN EL MIÉRCOLES La protesta ruidosa que ayer protagonizaron cerca de un centenar de hosteleros arrasatearras estuvo encabezada por carteles con lemas como Ostalaritza bizirik duen herria, herri bizia da (Un municipio que tiene viva la hostelería es un pueblo vivo); Bete zuen hitza, zaborren tasa itzuli (Cumplir vuestra palabra, devolvernos la tasa de la basura); Errespetua (Respeto) y Herria hiltzen ari zarete (Estáis matando al pueblo), y peticiones a la alcaldesa para que "diera la cara".

Con la concentración ya avanzada -se prolongó durante alrededor de una hora y cuarto- la Ertzaintza se personó en la Herriko plaza para disolver a los manifestantes, argumentando que "no habían comunicado" la celebración de la protesta. Las circunstancias por las que atraviesa el sector apresuraron la convocatoria que se dio por finalizada a los pocos minutos de intervenir los agentes.

El próximo miércoles los hosteleros y el Gobierno municipal mantendrán una reunión.