- El Consistorio de Arrasate va a poner en marcha la maquinaria administrativa para rescindir el contrato con la empresa Lurgoien por "el incumplimiento" de los plazos de las obras para transformar la antigua Escuela de Aprendices en Juan Arzamendi Musika Etxea, que llevan paradas desde enero. El miércoles, en un Pleno extraordinario marcado por las medidas de seguridad de la crisis sanitaria -solo asistieron siete ediles de 21-, y emitido por streaming, se acordó dar inicio al expediente de resolución del contrato, que fue adjudicado por 5.550.000 euros.

También se aprobó la liquidación provisional de las obras materializadas hasta la fecha y la delegación, con las consiguientes críticas de la oposición, de la competencia plenaria a la Junta de Gobierno Local (PNV-PSE) de la tramitación de la rescisión del contrato para, en palabras de la portavoz jeltzale, Anuska Ezkurra, "agilizar y hacer más efectivo" este proceso que estiman que puede prolongarse "entre tres y cuatro meses". La oposición votó en contra, aunque EH Bildu apoyó dejar sin efecto el contrato.

La polémica estuvo servida. EH Bildu y Elkarrekin Arrasate denunciaron "las irregularidades" que se han producido en los pagos y el control de las obras de rehabilitación del edificio que será la sede de Arrasate Musikal y Goikobalu abesbatza. Ambas formaciones se remitieron al informe de la liquidación de las obras, y criticaron duramente que se haya abonado "con dinero público" al contratista Lurgoien la cantidad de 60.680 euros "por trabajos que no ha realizado", entre los que citaron las ventanas del inmueble que no se han colocado.

Es un procedimiento habitual que los proyectos de esta magnitud se vayan abonando según avanzan y concluyen ciertos trabajos.

La responsabilidad del control del desarrollo de la reforma del edificio de la Musika Etxea recae en LKS Ingeniería, que asume la dirección de la obra y, por tanto, firma las certificaciones mensuales que constatan los trabajos concluidos. "Los certificados de marzo a noviembre de 2019 no coinciden con los trabajos realizados, y el Ayuntamiento los ha pagado", insistió la portavoz de EH Bildu, Maider Morras, al tiempo que recordó que en diciembre del año pasado se enteraron de que "solo estaba ejecutado el 42% de la obra", cuando en septiembre "el Gobierno municipal manifestó públicamente que estaba hecho el 50%".

La oposición le echó en cara a PNV-PSE que quieran "encubrir" la responsabilidad que le corresponde a LKS. El edil de Elkarrekin Igor Urizar habló, incluso, de "incompetencia, ocultismo y clientelismo", y avanzó, al igual que EH Bildu, que están analizando el tema con los servicios judiciales del partido. Recalcó, además, que en el informe municipal de la liquidación un técnico reconoce que "ha habido falta de prudencia y un exceso de confianza" en el control de las obras.

Por su parte, la portavoz jeltzale les espetó que "basta de acusaciones falsas". "Si tenéis pruebas interponer una denuncia", les emplazó.

Ayer en una rueda de prensa telemática, Ezkurra reiteró que el Pleno se limitó a la rescisión del contrato y que "ahora" estudiarán si hay que pedir responsabilidades a LKS.

El concejal del PNV, Ibon Arrupe, y el jefe técnico del área de Obras, Moisés Altuna, defendieron que el Ayuntamiento ha actuado "dentro de la legalidad". Altuna indicó, a su vez, que en uno de sus informes LKS "admite que ha habido un problema en la producción de la empresa Lurgoien".

Expresaron, asimismo, su voluntad de reanudar "cuanto antes" la restauración de Aprendices, aunque no se aventuraron a dar una fecha. "Nos gustaría que comenzará este año", añadieron. Antes habrá que ver cómo ha quedado la obra, actualizar el proyecto y convocar la nueva licitación.

La rehabilitación de Juan Arzamendi Musika Etxea debía haber terminado para el 24 de febrero. El Consistorio anunció que emprendería acciones legales contra la adjudicataria (multa por cada día de retraso ), y que en junio podría romper el contrato sin indemnizaciones y ejecutar el aval de 241.716 euros depositado por Lurgoien. Pero ante el riesgo de perder este aval por los problemas económicos de la constructora, se adelanta el proceso para rescindir el contrato.