Oñati - Los colores del Aloña corren por las venas de Anton Inza. Aterrizó en el club de la mano de un amigo para estrenarse en las funciones de directivo de balonmano, sección en la que permaneció "más o menos un año". Después dio el salto al fútbol como colaborador, y de vuelta al instituto de Formación Profesional de Aretxabaleta, tras dos años trasladado a Santurtzi por motivos laborales, le ficharon para tomar las riendas de la entidad deportiva oñatiarra. Asumía el cargo de presidente de la junta general. "Necesitaban a alguien para cubrir esta figura. Para entonces Artza -Xabier Infante- y otro amigo también de la cuadrilla estaban ya metidos en el club y pensaron en mí. Me trajeron a las oficinas (donde se desarrolla la entrevista) y Enrique Zubiagirre, para mí la clave del Aloña, me expuso el tema y no supe decir que no", cuenta Inza, mientras hurga en sus recuerdos. En los inicios de esta experiencia repleta de vivencias. Casi 34 años más tarde, y deportivamente hablando, le ha llegado la hora de colgar las botas. "Es el momento", asegura.

Va a cerrar un ciclo de más de tres décadas como presidente de la junta general del Aloña Mendi Kirol Elkartea.

-El club se está adecuando a la normativa y me gustaría dejar en su sitio lo que está pendiente de hacer. Tampoco se han celebrado elecciones desde 2008 y es hora de convocarlas. Llevo desde 1986, ¿vuelvo a presentarme? Creo que ha llegado la hora de que entre gente nueva. Hay padres que ya ejercen de directivos y conocen bien los entresijos del club porque antes han sido jugadores. La gente con la que he compartido esta función lo ha ido dejando, salvo algunos como nuestro incombustible Javier Azpiazu (no puede evitar esbozar una sonrisa). Y, además, en un contexto con un futuro polideportivo reformado, una nueva organización del deporte escolar, un equipo de Gobierno joven que ayuda a establecer otros contactos personales? Es un buen momento para dejar el cargo; lo he ido avisando desde hace un año. Al nuevo o nueva, porque no descarto que sea una mujer, que coja mi testigo le ayudaré en lo que quiera.

El objetivo es renovar los tres miembros de la junta directiva general del club.

-Así es. Al presidente, la vicepresidenta y tesorera, función que en este caso desempeña Resu Murua, y el secretario, Ángel Barrena. El resto de la junta la conforman los vocales de las distintas secciones deportivas, donde sí ha habido renovaciones.

En la junta general extraordinaria que llevarán a cabo el próximo miércoles se abrirá el periodo de elecciones para elegir al nuevo presidente (en kultur etxea, a las 19.00 en primera convocatoria, y a las 19.30 horas, en segunda).

-Una vez de convocar las elecciones hay que elegir la junta electoral que será la encargada de establecer el calendario del proceso. Si se postulan más de un candidato habrá que afrontar una ronda de votaciones. Contamos con la posibilidad, y así lo hemos hablado, de que no se presente gente por iniciativa propia y que tengamos que ser nosotros los que recurramos a distintas personas, que ya estamos tanteando. Animo a la gente a que se presente, entre otras muchas cosas, la situación económica del club es buena. Confío en que sea así. La gestión del bar es quizá la parte más trabajosa de la junta general, pero a diario no requiere muchas atribuciones; las secciones funcionan de forma independiente, solo hay que ejercer una labor de coordinación entre ellas. Hay que ocuparse de los aspectos legales, asumir la representación del club ante las instituciones, en la relaciones con el ayuntamiento, en las memorias que se envían a la Diputación... Si para abril el proceso está culminado, con el nuevo o nueva presidenta elegida, sería estupendo.

¿Qué otros temas se van a tratar en el encuentro del día 22?

-Haremos un balance del estado de las cuentas en su conjunto, englobando a todas las secciones, y expondremos una de las claves de la junta: la constitución de una Sociedad Limitada que agrupe la parte del negocio, es decir, el bar y la lotería, que en estos momentos, al compartir el mismo CIF que el club, genera algunos problemas. El objetivo es poder declarar el club de utilidad pública. La convocatoria está abierta a todos los socios.

De todos estos años vinculado al Aloña, ¿con qué se queda?

-Ahora hay catorce secciones deportivas, pero cuando yo llegué al club había la mitad o alguna menos. Con el Aloña he vivido mucho, somos como una familia. Me ha dado la oportunidad de hacer amigos. Cuando veo a los chavales con la camiseta de Aloña por la calle me enorgullece. Para eso hemos peleado, para que el deporte abarcara más edades y disciplinas.

Para acabar. ¿Tiene alguna espinita clavada? ¿Las infraestructuras deportivas?

-Nos hemos llevado bien con los dos partidos políticos del ayuntamiento. En las pasadas elecciones municipales fue la primera vez que los dos grupos candidatos representados en el consistorio han venido al Aloña Mendi. A todos les hemos transmitido siempre lo mismo, que no se hagan parcheos. La experiencia de la cancha azul fue mala. En el caso del polideportivo es un equipamiento para hacer deporte y más en un pueblo como Oñati donde el volumen de actividad deportiva es muy importante. La situación del campo de fútbol de Azkoagain es flagrante, se necesita un campo en condiciones; el atletismo requiere de una instalación... Hay que invertir en deporte.