Cerca de 4.600 kilómetros separan Senegal de Bergara. Unas ocho horas en avión (desde Bilbao haciendo escala en Madrid) hasta Dakar, la capital del país africano, más un viaje que supera los cien kilómetros en coche por una carretera asfaltada hace cuatro años, antes de enfilar a bordo de un cayuco hacia Dionewar, una aldea pesquera con una población de cerca de 6.000 habitantes. Estas distancias se acortan entre dos mundos tan dispares que han sellado sus lazos de amistad, gracias a la labor que capitanea desde Debagoiena Ndank Ndank Elkartea. La asociación afronta 2020 con nuevos proyectos al frente. Actuaciones encaminadas a mejorar las condiciones de vida de los amigos senegaleses, acciones que se apoyan en la sensibilización de la ciudadanía y en fomentar la interculturalidad, acercando dos realidades divergentes, son el motor de la cooperación que pilota la asociación bergararra sin ánimo de lucro. Sus integrantes no saben estar de brazos cruzados.

Durante las pasadas navidades, miembros de Ndank Ndank, entre ellos su fundadora Eli Domínguez, visitaron Dionewar para conocer de primera mano los avances de los últimos programas que han puesto en marcha. Las obras iniciadas en agosto para construir un segundo edificio en la escuela infantil encaran su recta final. “Sólo quedan algunos pequeños trabajos de pintura para dar por terminada el aula”, detalla Domínguez, al tiempo que destaca que la comunidad escolar senegalesa está “muy agradecida”, porque podrá mejorar su atención a los 70 niños y niñas de dos a seis años que comparten pupitre en estas instalaciones.

Su estancia en el país del África Occidental ha servido, asimismo, para gestar otros proyectos que ya han echado a andar. El objetivo ahora es acondicionar un espacio cultural en este pueblo senegalés situado en el Delta del Saloum. “Para empezar planteamos habilitar un centro multiusos para la educación no formal; que permita abordar las distintas manifestaciones culturales, el idioma, la música, la artesanía, la danza… Un punto de encuentro para la población de Dionewar, que facilite desarrollar su empoderamiento, así como transmitir la lengua wolof -minoritaria, a la vez que un rasgo que determina la identidad popular-, la cultura y las tradiciones ”, expone Domínguez.

TÉCNICAS SOSTENIBLES Otra de las columnas vertebrales del nuevo proyecto será la de garantizar la sostenibilidad en el proceso constructivo. “Se formará a los jóvenes senegaleses en técnicas sostenibles y reciclables, en el empleo de materiales locales que sean duraderos y más resistentes a las condiciones climáticas”, avanza Domínguez sobre un proyecto que ha sido diseñado, a petición de Ndank Ndank, por la almeriense Ana Asensio y el granadino Luis Cortés. Ambos arquitectos, con una amplia experiencia en cooperación internacional, se encargarán de gestionar la obra en la que trabajará codo con codo la comunidad senegalesa.

Un centro, en definitiva, que también podrá abrir las puertas a la creación de empleo entre los jóvenes del pueblo hermano de Bergara. Para su ejecución se estima una inversión de unos 36.600 euros, que por el momento ha recibido el respaldo de diversas empresas cooperativas y entidades. Además, la iniciativa Adreilu bat, euro bat: adreiluz adreilu Dionewarko etorkizuna eraikitzen, emprendida en diciembre por alumnado de Enpresagintza de Mondragon Unibertsitatea, ha conseguido recaudar hasta la fecha alrededor de 600 euros. Comprar un ladrillo simbólico por un euro es el eje de esta campaña que continúa su rodaje, mediante el correspondiente ingreso en la cuenta corriente ES58 2095 5070 7091 1939 4823 de Kutxabank, o realizando el pago vía móvil a través de Bizum al número 679 324 299 (Ainhoa Domínguez tesorera de la asociación).

En los últimos días de la escapada a tierras senegalesas, Domínguez y su pareja, Mamadou Sarr, presidente de Ndank Ndank, acompañados de sus dos hijos, visitaron el piso donde se alojan una quincena de universitarios con escasos recursos, que está siendo financiado por la propia asociación y la ayuda que ha concedido el Ayuntamiento de Bergara dentro de la convocatoria de subvenciones. La vivienda, con tres habitaciones, se encuentra ubicada a diez minutos a pie de la universidad; “un lujo, teniendo en cuenta que muchos alumnos desde los diferentes barrios de Dakar tardan, por el tráfico, entre dos-tres horas en coche para llegar a clase”, cuenta Domínguez.

Proyectos en marcha y otros en la pista de despegue. El día 17 de este mes, el palacio Irizar (19.00 horas) acogerá la presentación de la segunda edición del programa de convivencia y solidaridad que en su estreno, el pasado agosto, brindó a una treintena de debagoiendarras la oportunidad de vivir una experiencia inolvidable en Dionewar. El planteamiento para el próximo verano seguirá en la misma línea, pero con la novedad, “si conseguimos la subvención necesaria”, de recibir en julio la visita en la comarca de un grupo de universitarios de la isla senegalesa. “Queremos, por un lado, llevar a cabo actividades interculturales y, para ello, nos hemos puesto en contacto con colectivos deportivos, sociales y culturales de la comarca que han mostrado su disposición a participar. Por otro lado, se trata de que estas personas vean la realidad cuando salen de su país. Entre estos jóvenes el sueño europeo está muy presente, así que la idea es poner de manifiesto esa barrera de obstáculos con los que se encuentran una vez de estar entre nosotros. Del sueño dorado a la triste realidad”, insiste Domínguez.

De este modo, tras la presentación del próximo viernes, los interesados en disfrutar de una vacaciones uniendo culturas contarán con dos semanas para formalizar la inscripción.

EL DÍA 24 DOCUWEB DE BIZIPOZA En la jornada del 24, por su parte, Seminarixoa acogerá la puesta de largo del documental y la docuweb Gure bizipoza, guztiona (19.00 horas), que ha impulsado Bizipoza Elkartea, la asociación que agrupa a otros 35 colectivos, entre ellos Ndank Ndank, que reman en la misma dirección: ayudar a niñas y niños, y a sus familiares, con necesidades especiales. El acto se aderezará con música y bertsolaris. Ndank Ndank no para. Para mayo programa un desfile euroafricano de moda, y por el camino surgirán otras muchas iniciativas para seguir fortaleciendo el puente solidario de Bergara a Dionewar.