oñati - Detrás de esa apariencia de chico duro, enfundado en su chupa de cuero, se esconde un chaval dulce y de arrolladora simpatía. Aiert viaja con su sonrisa a cuestas, tan inseparable como la guitarra que se cuelga a la espalda para acudir a esta entrevista. No titubea al decir que la música es lo suyo. "A mí es lo que verdaderamente me llena", asegura con una madurez impropia para su edad. Tiene 14 años. Su participación en el programa La Voz Kids ha reafirmado sus intenciones. Le reconocen por la calle. Fuera de su pueblo. "Tú eres Aiert, me dijeron un día en Bilbao", cuenta este oñatiarra inconfundible, entre otras muchas cosas, por la cresta que luce. Desenfunda la guitarra, la abraza y deja deslizar los dedos por las cuerdas. Suenan las primeras notas de Cómo hablar, el tema de Amaral con el que pasó las audiciones a ciegas del popular talent show.

¿Desde cuándo canta?

-Con cuatro años comencé en musika eskola. Al principio no cantaba, pero empecé a hacerlo en casa. Le enseñaba a mi ama y aita lo que hacía, y llegó el momento en el que quise compartirlo con más gente. Con diez años, más o menos, me subí al primer escenario a cantar, en musika eskola. La música me ha gustado desde siempre. Además de la guitarra, toco el piano y el ukelele.

¿Cuál es su estilo de música?

-Me gusta Vanesa Martín, Rozalén, Rosana y otras cantautoras y cantautores. Pop nacional. Mi estilo de música es muy tranquilo. La gente no se lo espera, quizá por mi apariencia. De hecho, en La Voz Kids se sorprendieron, tanto los coaches como mis compañeros. También compongo. Tengo bastantes canciones hechas.

Y en casa, ¿qué le dicen?

-Mi aita escucha punk, mi ama es más de mi estilo, le gusta Amaral, y mi hermano todavía tiene siete años. Los tres me apoyan mucho, al igual que mis amigos.

¿Qué lugar ocupa la música en su día a día?

-Fuera de la escuela y aunque tenga otras aficiones como el balonmano o el teatro, la música me ocupa mucho tiempo. Meto mis horas con mi guitarra. Siempre digo que es mi mejor amiga (sonríe). La música no es un complemento en mi vida, es una forma de vivir. A mí es lo que me llena de verdad y me hace disfrutar.

Ha tomado parte en la última edición de La Voz Kids. Llegó hasta 'las batallas'.

-Nunca he sido de concursos. No me lo había planteado. Fue mi prima Itzal la que me comentó, hace algo más de un año, que habían anunciado el casting de La Voz Kids. Al principio no me lo tomé en serio, pero luego empezó a picarme el gusanillo y me apunté. Mandé el vídeo de presentación y pasé los castings en Bilbao y en un hotel en Madrid. No me esperaba superar ni el primero; siempre había cantando en Oñati, me parecía que tenía una voz sin más, que afinaba sí, pero ya está. Y, de repente, me vi sobre el escenario en las audiciones a ciegas. Me cogió Vanesa en su equipo. Un placer para mí con lo que me gusta. Es una mujer admirable. Pero todos en el programa fueron muy majos conmigo. Rosario, Melendi, Bisbal?. Me trataron genial. Me vine a casa muy contento.

¿Qué se lleva de esta experiencia?

-Por un lado, muchos amigos, que es muy importante para mí. Hemos hecho una piña tremenda, todos queríamos que todos pasáramos. Y, por otro lado, musicalmente he aprendido muchas cosas. Técnica, subirme a un escenario y saber cómo estar en él, cómo funciona esa plataforma tan grande que es la televisión. Verlo desde dentro y no desde casa.

¿Qué le pareció la final? ¿Se esperaba que ganara Irene?

-Es una justa ganadora, tiene mucha potencia vocal. Pero podían haber ganado perfectamente los cuatro finalistas, cada uno tiene sus características. Aysha era de mi equipo, Sofía tiene un rollazo increíble y Dani también es muy bueno. Yo me he llevado muchos amigos del programa, estamos todo el día haciendo videollamadas.

¿El concurso le ha abierto puertas para actuar?

-El concurso ha sido un chute de ánimo para seguir por este camino. En Oñati me han llamado para cantar en inauguraciones, en actos del ayuntamiento, en fiestas... Hasta ahora los conciertos se ceñían más a la musika eskola, tocando con más gente. Soy también integrante de Xuxuma, un grupo de romerías. Pero en solitario es diferente; conciertos de más de una hora yo solo con mi repertorio.

El viernes ofrecerá un concierto en la inauguración de la renovada ludoteca Txaloka de Oñati.

-Así es. Cantaré canciones infantiles, entre ellas, clásicos como Maite zaitut, de la serie Go!azen..., además de temas fieles a mi estilo (18.30 horas).

Para terminar, ¿dónde le gustaría verse dentro de unos años? ¿Viviendo de la música?

-No soy mucho de soñar, así sin más. Hay que luchar por lo que uno quiere y trabajar para recoger frutos. La Voz Kids me ha ayudado a ver que igual sí valgo para esto, a reafirmarme en algo que me gusta, que me llena por completo. Yo me quiero ver en un escenario dentro de unos años como profesional de la música, y voy a trabajar todo lo que pueda para conseguirlo. En casa me apoyan, me dicen que si es lo que quiero, tengo que trabajar.