- Los comportamientos y actitudes machistas detectadas en el gazteleku fueron el punto de partida de un enriquecedor proceso que ha alumbrado un protocolo de actuación contra la violencia de género en adolescentes y jóvenes de Aretxabaleta, en cuya elaboración han trabajado mano a mano los departamentos municipales de Igualdad y Juventud, los y las monitoras del citado servicio juvenil, los y las educadoras de calle y la UDA Kirol Elkartea.

El protocolo desgrana las pautas para evitar y poner freno a posibles casos y situaciones de violencia machista en la adolescencia. “Vivimos en una sociedad patriarcal, las relaciones de poder que se dan a estas edades nos obligan a hacer frente a la violencia que se ejerce sobre las chicas y también contra las personas del colectivo LGTBI+”, reza esta guía práctica concebida como una herramienta que pone el foco en tres campos de intervención: la prevención, la detección, y la atención y seguimiento.

“Desde el gazteleku nos trasladaron una problemática y preocupación a la que desde el área de Igualdad hemos dado prioridad”, explicó la concejala de este departamento Karmele Uribarri. “La alarma saltó en el gazteleku pero estas conductas machistas no se dan únicamente entre sus cuatro paredes”, advirtió la coordinadora de este servicio municipal y, a su vez, edil de EH Bildu, Jone Ojea.

El protocolo es fruto de un trabajo que ha estado precedido de 40 horas de formación, repartidas en diez sesiones, en las que han tomado parte educadores y profesionales que trabajan con adolescentes, bajo la coordinación de la asociación Hiruki Larroxa contratada por el Consistorio.

“El protocolo tiene entre sus objetivos ofrecer un procedimiento que se active con facilidad y agilidad en caso de una agresión machista, además de herramientas y acompañamiento para la reparación, protección y empoderamiento de la persona agredida. También busca establecer vías para trabajar con los chicos el abordaje de las masculinidades”, explicó Egoitz Albeniz de Hiruki Larroxa en la presentación de la iniciativa.

El experto precisó, asimismo, que se han analizado diferentes tipos de violencia, desde las manifestaciones más extremas como son las agresiones físicas y psicológicas, violaciones y asesinatos, hasta aquellas menos visibles pero en las que, según incidió, igualmente hay que poner atención como son las actitudes que perpetúan los fundamentos de la estructura patriarcal o las conductas de intimidación o control.

El protocolo sienta las bases de una labor de largo recorrido que hará hincapié en la prevención y la sensibilización para plantar cara a la violencia machista en el día a día. Crear una mesa de trabajo será el siguiente paso, al igual que abrir la participación a otros agentes que tienen un contacto estrecho con los y las adolescentes, como pueden ser los centros escolares

Se han editado 150 folletos -están disponibles en edificios municipales- que resumen las líneas maestras del protocolo que en su integridad podrá consultarse en la web del ayuntamiento. Además, el área de Igualdad está analizando otros soportes para concienciar a los jóvenes sobre la violencia machista.