- A pesar de que el covid-19 ha irrumpido como un huracán en la economía, la evolución de esta última ha sido "mejor" de lo esperado y los ingresos han caído "la mitad" de los cálculos iniciales realizados por el Ayuntamiento de Arrasate. Así, el remanente de tesorería que arroja la liquidación del ejercicio presupuestario de 2020 asciende a 4.538.180 euros, un considerable montante que ya tiene destino, y que fue aprobado el jueves por el equipo de Gobierno.

En abril del pasado año el Consistorio adaptó las cuentas públicas al nuevo escenario surgido con la pandemia. Entonces los gastos previstos se redujeron un 20%, una maniobra que ha tenido efecto en el remanente que ha dejado el cierre del presupuesto del año pasado. Este sobrante, no obstante, se ha visto beneficiado sobre todo por el comportamiento del Fondo Foral de Financiación Municipal, "del que esperábamos una bajada del 20%, que finalmente ha sido del 10%", explicó el edil de Hacienda, Ander Garay. Otro de los factores favorables ha sido la recaudación del Impuesto de Construcciones (ICIO), al mantenerse "el nivel de actividad en el sector de la construcción", recalcó Garay.

El concejal de Hacienda también detalló que la diferencia entre gastos e ingresos registró un déficit de 848.486 euros, un resultado que calificó de "bastante bueno" en un año marcado por el coronavirus. En cualquier caso, matizó que este déficit está cubierto gracias "a la buena situación financiera del Ayuntamiento" y que la deuda "sigue estando a cero".

Los 4,5 millones de euros de remanente servirán para engordar las partidas económicas ya asignadas a 25 proyectos que jeltzales y socialistas consideran "estratégicos". "Estamos convencidos de que vamos a dejar la pandemia atrás y tenemos que estar preparados para hacer frente al futuro", manifestó la alcaldesa, María Ubarretxena, a la vez que señaló que se están "impulsando diversas líneas de ayuda a los sectores que lo necesitan".

De este modo, el mayor montante del sobrante de 2020 se inyecta en la reanudación de las obras de Juan Arzamendi Musika Etxea (1.800.000 euros, más 300.000 del equipamiento), que tal y como precisó la primera edil, se adjudicarán "en breve" (al concurso se han presentado seis empresas). Para Kulturola, cuyas obras finalizarán este año, se destinan 800.000 euros, a los que hay que sumar otros 273.000 euros del equipamiento.

Otro de los proyectos de envergadura es el centro de día para personas mayores con baja dependencia que se habilitará en la planta baja de la residencia Iturbide (590.000 euros). Además, al sistema de ascensores de Santa Teresa-Galizia se le otorgan 190.000 euros (las cuentas de 2021 recogen otros 110.000), y según avanzó Ubarretxena, el proyecto se está terminando y se analizará con los vecinos del barrio, previsiblemente "antes del verano".

Por otro lado, la plaza de abastos recibe 55.000 euros dentro de su proyecto de reforma, y 50.000 euros se lleva la implantación de la fibra óptica en el Casco Histórico (otros 20.000 euros ya estaban reservados). "Estamos trabajando con una operadora y el Consistorio asumirá el coste de la apertura de las zanjas para hacer llegar la infraestructura a todos los portales", expuso Ubarretxena.

En cuanto a la partida para ejecutar el baño público en San Prudentzio se incrementa con 50.000 euros (un total de 70.000). En esta inversión se trabaja junto al Ayuntamiento de Oñati.

El cierre del presupuesto se debatió en el Pleno con el voto en contra de la oposición. La portavoz de EH Bildu, Maider Morras, criticó que todo el sobrante se haya destinado "a vuestros proyectos -en alusión al PNV-PSE- , sin contar con el resto de partidos". Por último, la edil de Elkarrekin Arrasate, Eva Abuin, reprochó al equipo de Gobierno que "siga anteponiendo" sus proyectos "a las necesidades de los y las ciudadanas".