- Un día como hoy, pero de 2017, la ladera del barrio de Bolu de Bergara sufría un desprendimiento. Las intensas lluvias provocaron importantes daños en las viviendas colindantes que obligaron a desalojar durante varios meses a siete familias. Desde entonces, y tras acometer en la fase de urgencia las oportunas actuaciones de seguridad en el monte que cedió a la acumulación de agua, el plan de seguimiento ha sido continuo. Sin embargo, cuatro años después del suceso, la ladera sigue causando quebraderos de cabeza.

Las inspecciones periódicas permitieron observar, entre los pasados 8 y 12 de noviembre, la presencia de numerosos bloques y gravas procedentes del talud situado junto a la plataforma peatonal del antiguo ferrocarril, que se utiliza a modo de bidegorri, y que, según señalan desde el Ayuntamiento, se deslizaron con motivo de las fuertes precipitaciones que cayeron a comienzos de ese mes. Dos meses más tarde, a principios de esta semana, han arrancado los trabajos de contención de estos taludes para reducir el riesgo de caída de bloques en tres puntos del bidegorri, que permanecerá cerrado durante “un mes”; periodo en el que los responsables municipales esperan que concluya la citada intervención.

“El objetivo es garantizar la seguridad de peatones en el bidegorri, mediante la estabilización del talud con sistemas dinámicos. Se está procediendo a su limpieza y desagüe y, posteriormente, se atornillará la roca con pica y bulones, y se colocará una malla de sujeción de los elementos que puedan quedar sueltos”, detalla el Consistorio.

La empresa Geotunel SL realiza la obra, siguiendo las pautas marcadas por los geólogos de la empresa Ingek SLP, que ha estudiado el estado del terreno, y asesorado al respecto, desde su desprendimiento a comienzos de 2017. Por esta actuación las arcas locales abonarán la cantidad de 46.500 euros.

Además, tal y como informa el Ayuntamiento, la nieve y lluvias de los últimos días han ocasionado una nueva “pequeña caída” en otro punto de la ladera, que será analizado por los técnicos para “ver si hay que actuar”. Desde el Consistorio precisan, asimismo, que a lo largo del talud hay “pequeñas rocas” desprendidas que “no condicionan la seguridad” de los viandantes y que se colocarán “carteles explicativos”.

En febrero de 2019, el anterior equipo de Gobierno, con la jeltzale Elena Lete como alcaldesa, presentaba el proyecto de estabilización de la ladera de Bolu (en el origen del corrimiento de tierras y la zona situada encima), redactado por la empresa Sestra con las recomendaciones de los profesionales de Ingek.

La obra, dividida en tres fases, se estimó en 612.000 euros, y al coincidir con la recta final de la legislatura, solo dio tiempo a materializar la primera fase que consistió en anclar una malla metálica del lado de las viviendas. La mitad de la inversión debería asumirla la Fundación Murua Balzola como propietaria del 50% del terreno afectado.

Por su parte, los presupuestos de 2021, que se elevarán al Pleno del próximo día 25 para su aprobación, prevén recuperar la partida de 237.000 euros, que no se ejecutó en 2020, para afrontar los trabajos de estabilización en la citada ladera.