- El IBI, el IAE y el Impuesto sobre Vehículos subirán en 2021. Así lo acordó el Gobierno municipal oñatiarra en el Pleno extraordinario que se celebró el jueves tras sacar adelante, con la mayoría absoluta que ostenta, su proyecto de Ordenanzas Fiscales para el próximo ejercicio. Desde la oposición, el PNV abogó por la “congelación total” de los tributos.

Así, el tipo impositivo del Impuesto sobre Bienes Inmuebles de naturaleza urbana aumentará de 0,2228% a 0,235%, una media de nueve euros más en el recibo anual. En el caso de los inmuebles rústicos se congela, y en el suelo industrial o terciario pasará del 0,57361% al 0,584%, que implicará un desembolso para las empresas de 45 euros más. Por el Impuesto sobre Actividades Económicas se pagará un 6,97% más y el de Vehículos de Tracción Mecánica subirá un 5,55%, -el tipo se sitúa en 2,4% frente te al 2,48% de Debagoiena-, es decir, siete euros más de media anuales.

Con este planteamiento, el equipo de Gobierno ha buscado “armonizar” estos tres tributos municipales, acortando diferencias con el resto de la comarca. Según explicó el edil de Hacienda, Xabier Igartua, los tipos impositivos de estos impuestos están “por debajo” de otras localidades de Debagoiena. “Hemos querido actualizarlos y conseguir una mayor igualdad”, recalcó Igartua.

Esta medida permitirá a las arcas locales recaudar “140.000 euros más” que “aliviarán un poco” la bajada prevista en un millón de euros de los ingresos procedentes del Fondo Foral de Financiación Municipal. Este escenario económico, sin embargo, no llevará al Consistorio a “hacer recortes en los servicios básicos”, según aseguró el equipo de Gobierno. “No vamos a utilizar la excusa del coste y, por tanto, no renunciaremos a impulsar la cultura, el ocio… Y también tenemos claro que debemos comprometernos a mantener las subvenciones básicas”, apuntó EH Bildu, al tiempo que avanzó que se harán “ajustes” en el presupuesto municipal.

Al margen de las citadas subidas, el resto de impuestos y tasas se congelarán. Es el caso de la basura, el agua y las tarifas del polideportivo.

Por otro lado, el plan fiscal se hace eco de los efectos que la pandemia del coronavirus está teniendo en el sector hostelero y el comercio. De este modo, y mientras se prolonguen las restricciones se bonificará un 30% la tasa de la basura en las actividades comerciales y de hostelería con cinco trabajadores o menos. La bonificación será de un 15% para los locales hosteleros que tengan una plantilla de más de cinco y hasta 15 empleados. En cuanto a las terrazas, en los casos que sea posible se permitirá duplicar el espacio de ocupación de la vía pública sin incrementar la tasa.

Por su parte, el PNV defendió que es momento para fijar “prioridades y reducir el gasto, más que para pedir a la ciudadanía un esfuerzo fiscal”. “La subida no es la vía más adecuada para hacer frente a las necesidades generadas por el COVID-19”, manifestó la portavoz jeltzale, Ainhoa Galdos.

Para el PNV la armonización a nivel comarcal que argumenta el equipo de Gobierno es “una excusa”. “Cuando había ingresos suficientes de otros impuestos EH Bildu no vio necesario armonizar la política fiscal. Ahora que disminuyen trata de compensarlo a costa de las y los oñatiarras. ¿Es lógica esta subida cuando la ciudadanía está en la situación más vulnerable tras la congelación de los últimos años?, se preguntó Galdos, antes de reprochar al Gobierno que “haya preferido” aumentar los ingresos “a expensas del ciudadano, en lugar de hacer un esfuerzo para establecer prioridades presupuestarias”.

Por el IBI de las viviendas se pagará nueve euros más de media, siete euros más por los vehículos, y se bonificará al comercio y la hostelería