- "Los proyectos previstos siguen adelante y los servicios municipales se mantendrán, algunos, incluso, serán reforzados". Ese es el mensaje que lanzó la alcaldesa arrasatearra, María Ubarretxena, en la presentación de la propuesta para ajustar el presupuesto de 2020 a la nueva situación originada por la crisis del coronavirus, que el equipo de Gobierno elevará al Pleno el próximo martes.

Las cuentas públicas se aprobaron en diciembre del pasado año en un contexto económico que poco tiene que ver con el actual. Así, las arcas locales dejarán de percibir 4.711.125 euros que disminuirán el presupuesto a 30.118.000 euros. Esta merma de los ingresos se debe a la menor cantidad que llegará del Fondo Foral de Financiación Municipal, 3,2 millones de euros menos. Además, la recaudación de las tasas e impuestos se reducirá 1.511.125 euros: 911.125 corresponde a la exención de tasas al comercio, hostelería y autónomos, y los abonos y cursos del cese de la actividad del polideportivo; 300.000 euros menos se recibirán de la construcción; 200.000 de las cargas urbanísticas, y 100.000 de actividades económicas.

A pesar de este nuevo escenario, la primera edil insistió en que la situación económica del Ayuntamiento es "muy buena, gracias a la gestión que se ha hecho en los últimos años". "La deuda es cero", recordó.

Para paliar esta menor inyección económica se utilizarán, tal y como detalló Ubarretxena, "recursos propios" procedentes de parte del remanente de tesorería del ejercicio de 2019 (casi dos millones), y de los ajustes en gastos (1.212.000 euros), como consecuencia del cierre de equipamientos municipales y actividades que no han podido (o podrán) materializarse. En este apartado también se incluyen las partidas liberadas por el parón que han sufrido en el confinamiento las actividades no esenciales, entre ellas la construcción (1.512.552 euros).

En este sentido, y aunque la ejecución de distintos proyectos continúe en marcha, los pagos fraccionados que se van afrontando en el desarrollo de las obras contempladas para este año pasan directamente al presupuesto de 2021, bajo la fórmula de "créditos incorporados". Es el caso de los 500.000 euros previstos en la rehabilitación del edificio del Reloj de la Cerrajera (Kulturola). La misma operación se ha llevado acabo con el millón de euros reservado (1.012.552) a las obras, actualmente paralizadas, de Juan Arzamendi Musika Etxea.

La alcaldesa remarcó que esta adaptación del presupuesto ha "priorizado las áreas de servicios sociales y desarrollo económico". Precisó, asimismo, que algunas partidas económicas, relativas a trabajos de asfaltado, mobiliario urbano o señalización de vías públicas, se han "bloqueado" (no desaparecen), a la espera de ver cómo evoluciona la situación actual.

Por otro lado, del presupuesto global de fiestas -250.000 euros- se han suprimido 93.000 euros, teniendo en cuenta que los sanjuanes se han suspendido, aunque sí se está dando forma a un acto de carácter "simbólico". De este montante se destinarán 50.000 euros a crear una nueva línea de ayudas para apoyar los gastos asumidos por hosteleros, comerciantes y asociaciones en la adaptación de sus locales a las medidas de seguridad e higiene. "Se está trabajando en ello, pero la idea es que la ayuda máxima por establecimiento sea de 500 euros", adelantó la primera edil.

Otros 25.000 euros se gastarán en la compra para los servicios públicos de equipos de protección frente al coronavirus, y 10.000 más se emplearán en mejorar caminos rurales. Los 8.000 euros restantes se reservan a ampliar los seguros municipales.

En este movimiento de piezas en el presupuesto, los proyectos aprobados no sufren cambios. El Ecobulevar, la actuación urbanística que priorizará la circulación de peatones y ciclistas entre San Andrés y Legargain, se mantiene firme, con la intención de iniciar las obras el próximo año.