- El camino rural que une Loidi y Altzueta está cerrado desde el pasado mes de enero. Las abundantes lluvias y la elevación del nivel del río provocaron la erosión y el desprendimiento de la orilla del río, lo que provocó que un tramo se quedara sin base. Desde entonces, el Ayuntamiento de Hernani ha estado trabajando para buscar una solución y finalmente ya cuenta con un proyecto de ingeniería.

Según recordaron desde el Consistorio, desde los servicios técnicos del Ayuntamiento se barajaron diferentes alternativas para buscar una solución permanente al problema.

Hay que tener en cuenta que el tramo del camino en el que se produjo el desprendimiento presenta ciertas dificultades. Por un lado, el río se encuentra muy próximo, lo que limita considerablemente su anchura, y por otro, la ladera del monte tiene una orografía complicada, ya que la pendiente es muy pronunciada. La geología y la inestabilidad del terreno tampoco ayudan.

A la vista de todo ello, se encargó un proyecto de ingeniería que ya está sobre la mesa. En dicho proyecto se plantea construir una losa de hormigón armado micropilotada y anclada en la ladera del río próxima al camino rural. La losa tendrá una longitud de 25 metros y una anchura de 4,5 metros. Además, se construirá un dique para proteger la orilla del río.

El Consistorio ya ha solicitado autorización a la Agencia Vasca del Agua (URA) para llevar a cabo dicha intervención. Entretanto, el Ayuntamiento está trabajando en la licitación de la ejecución de la obra con el fin de agilizar al máximo el proceso de adjudicación.

Cabe destacar que en los últimos años el Ayuntamiento ha adoptado medidas para mejorar la seguridad de los vehículos en este tramo, pero lamentablemente el desprendimiento ha obligado a cerrar completamente la carretera hasta que finalicen las obras de reparación, ya que no es posible abrir la vía con garantía mínima.

En este sentido, los últimos trabajos en esta carretera muy frecuentada, sobre todo en temporada del txotx, ya que en ella se encuentran varias sidrerías, se llevaron a cabo el año pasado.

Entonces, el Ayuntamiento colocó dos semáforos definitivos en el tramo más estrecho para que la circulación fuera unidireccional e instaló vallas de acero recubiertas de madera en la orilla contigua al río.

La principal razón para llevar a cabo esta intervención fue un hecho trágico. La noche del 8 de marzo de 2020, un coche con cinco ocupantes que circulaba por esta vía cayó al río y tres personas murieron.