El Pleno del Ayuntamiento de Irunaprobó ayer el presupuesto municipal para el año 2022, de 82,5 millones de euros tras incorporar al proyecto del Gobierno enmiendas de la oposición por valor total de algo más de medio millón.

La sesión plenaria, que se alargó durante más de nueve horas y media, discurrió mayormente en tono cordial por parte de todos los corporativos, con algo de tensión entre los socialistas, que gobiernan en coalición con Elkarrekin Podemos-IU, y los jeltzales, principal grupo de la oposición, en momentos muy concretos del debate, como en la discusión sobre la reurbanización del ámbito de Mendibil o las conclusiones finales.

A pesar de ello, el PNV decidió abstenerse en la votación final, dando vía libre a la aprobación de las cuentas junto al PP. Los tres votos de EH Bildu fueron negativos y, por tanto, el Gobierno aprobó el presupuesto en solitario, con el rechazo frontal de un grupo municipal.

Durante la ronda de valoraciones, el delegado de Hacienda, Miguel Ángel Páez, agradeció las intervenciones del resto de portavoces, lamentando no haber sido capaz de alcanzar un mayor consenso, discurso que compartió el portavoz de Elkarrekin, David Nuño. Aun así, el delegado aseguró que ayer no terminó nada y que toca seguir trabajando para cumplir los compromisos adquiridos en la jornada de ayer con el resto de grupos.

El portavoz jeltzale, Xabier Iridoy, aseguró haber iniciado las negociaciones presupuestarias con la intención de alcanzar un "acuerdo de máximos" con el Gobierno, cosa que no fue posible. De los cuatro ejes del planteamiento del PNV, solo la propuesta de alternativas para el ámbito de Recondo recibió apoyos. Iridoy consideró que no ha habido "voluntad real" para acordar por parte del Gobierno y que las enmiendas aprobadas a la oposición son mera "limosna" para lavar su imagen.

Desde EH Bildu, Jokin Melida valoró positivamente la incorporación de una partida de 100.000 euros para ahondar en la oferta de vivienda pública en alquiler en la calle Lucas de Berroa, pero declaró sentir "haber perdido una oportunidad" pues no se dieron las condiciones para el acuerdo en temas como la descentralización de servicios municipales.

Por su parte, el popular Iñigo Manrique aseveró haber optado por la abstención de manera muy crítica con el Gobierno, tras calificar el Pleno de ayer como "muy complicado".