a sostenibilidad es uno de los criterios principales que el Ayuntamiento de Irun lleva años utilizando a la hora de gestionar la movilidad en la ciudad. Una de las medidas más longevas en ese sentido, la iniciativa Irun 30, cumplirá 10 años de implantación en el centro de la localidad en 2021. A pesar de que limitar el tránsito de vehículos a un máximo 30 kilómetros por hora ha permitido reducir la velocidad media de desplazamiento en la ciudad en la última década, hay quien considera que la gestión de la movilidad irundarra deja mucho que desear.

Y es que, como señalaron recientemente desde el grupo municipal del PNV de Irun, el Irun 30 no garantiza la seguridad de las bicicletas, patinetes eléctricos y otros vehículos de movilidad personal, que tienen que convivir con los automóviles en las carreteras de Irun. Según el portavoz del grupo jeltzale, Xabier Iridoy, la sensación de inseguridad es tal que muchos de los usuarios de estos vehículos "prefieren desplazarse por las aceras", aún estando prohibido, "creando una nueva situación de inseguridad, esta vez hacia las personas que transitan a pie".

Haciendo referencia a la situación actual, Iridoy remarcó que desde el inicio de la pandemia el proceso de la integración de la bicicleta como método de transporte habitual en la ciudad se ha acelerado. Por ello, desde el PNV creen que es el momento de agarrar al toro por los cuernos y abordar una cuestión que lleva un tiempo en el aire en el Consistorio: la implantación de una vía ciclista que cruce la arteria principal de Irun, el paseo Colón.

El planteamiento de la actuación está enmarcado en una propuesta de mejora integral de la red de bidegorris de Irun, de la que la implantación de la vía ciclista en Colón solo sería la primera fase. En detalle, esta actuación concreta consistiría, como explicó Iridoy, en "aprovechar que el Paseo Colon cuenta con tres carriles, y destinar uno de ellos a un bidegorri bidireccional, manteniendo los otros dos para que los vehículos motorizados circulen en ambos sentidos, como hoy en día".

Desde el grupo hicieron hincapié en las ventajas que supondría la ejecución de este proyecto al argumentar que apenas tendría impacto en la circulación de vehículos a motor y que al mismo tiempo dotaría al paseo Colón de un espacio diferenciado para el tránsito de bicicletas y patinetes eléctricos, garantizando también la seguridad de los peatones. Para finalizar, desde el PNV instaron al gobierno socialista a que analice el planteamiento y a que se adelante con ello a lo que va a necesitar la ciudad en el futuro en materia de movilidad.