run lleva décadas manteniendo una deuda pendiente con el valle de Olaberria. En el enclave, situado al sur del municipio, hay todavía cuatro balsas que dieron servicio al matadero Ernesto Montero entre mediados de los años 80 y 2003. Una vez cesada la actividad ganadera, la entonces Mancomunidad de Aguas de Txingudi, a falta de Estación de Tratamiento de Aguas Residuales (EDAR) en la Comarca del Bidasoa, utilizó la balsa superior para el depósito de lodos de la limpieza de la red de saneamiento y fosas sépticas.

En los últimos años, el Consistorio de Irun y Servicios de Txingudi han colaborado en desarrollar las acciones necesarias para evacuar las aguas y los residuos de las balsas con el objetivo de recuperar los suelos afectados y de tratar correctamente los lodos y las aguas. A finales de 2019, el Ayuntamiento, la Mancomunidad y la Agencia Vasca del Agua (URA) formalizaron un convenio que permitió poner en marcha la descontaminación de las balsas de Montero, unos trabajos que a día de hoy están a punto de finalizar.

La descontaminación, según han indicado esta semana desde el Consistorio, supone un primer paso en la recuperación de espacios degrados en el valle de Olaberria, donde se prevén otras actuaciones importantes de este estilo.

El proyecto de descontaminación ha sido cofinanciado por las tres entidades implicadas en el convenio, por el que la Agencia Vasca del Agua aporta 750.000 euros, el Ayuntamiento algo más de 736.000 euros y la Mancomunidad, cerca de 245.500 euros.