Tras un otoño que parecía verano y unas navidades casi caribeñas, el tiempo ha decidido enfadarse cuando menos conviene a las y los donostiarras, en su día grande: el de San Sebastián.
Lo de a mal tiempo buena cara es más fácil de decir que de hacer, pero tras dos años de forzoso parón por la pandemia nadie quiere quedarse en casa.
Para participar en la fiesta cualquier forma es buena, aunque ser parte integrante de una tamborrada aporta un plus, el que da vivir el gran día desde dentro, al ritmo de tambores y barriles.
Hay quien lleva años y quien lleva décadas desfilando en alguna de las 157 tamborradas de adultos que llenan de color las calles de Donostia, donde desde hace ya algunos días el hilo musical es el de los distintos temas que se incluyen en el repertorio que se escucha, sin descanso, durante las 24 horas más intensas del año.
NOTICIAS DE GIPUZKOA ha hablado con algunas de las personas que este año se estrenan en las tamborradas de adultos. Todas y todos coinciden: prima la ilusión. El descanso obligado por la pandemia la ha aumentado.
¿”Quién sale de madrugada?”, se preguntaban cuando se les convocó para sacarse una fotografía bajo una inclemente lluvia en la plaza de Sarriegi. Y es que, según Euskalmet, la madrugada pinta peor que el propio día del patrón. Pero ganas las hay, y muchas, y ni los chaparrones la consiguen aguar.
Sara Apilanez: "La verdad es que me he emocionado tocando La Marcha"
Sara Apilanez tiene 21 años y reconoce que el entusiasmo por la fiesta grande de las y los donostiarras la ha mamado desde casa y desde su infancia.
Tras estudiar a partir de los dos años hasta Bachiller en la Ikastola Zurriola, Sara Apilanez se estrena este año en la tamborrada de adultos. “Tocaba en el patio de la ikastola, luego por las calles de Gros, en la Tamborrada Infantil y ahora en la de adultos, con ex alumnos, madres, padres y docentes de la ikastola. Me siento como en casa. Es volver a donde empecé, cerrar un círculo”, explica.
“Desde el primer ensayo me he dado cuenta que todo el mundo se lo toma muy en serio. Yo, la verdad, es que me emocioné tocando La Marcha”, reconoce.
La tamborrada de adultos de la Ikastola Zurriola recorre las calles de Gros entre las 18.30 y las 22.30 horas del 20 de enero, y aunque Sara participa en la tropa más gamberra, la de los barriles, su participación se la toma muy a pecho. “Cuando me puse a tocar el barril me transporté a la plaza de La Constitución a las 24.00 horas. Si ya tenía ilusión, espero ese día con más ilusión si cabe, después de dos años sin Tamborrada”, asegura esta joven que vio truncado su estreno en las tropas de adultos por la pandemia.
Para Apilanez, la espera ha merecido la pena porque vive la fiesta “como algo muy especial” y , en su caso, hasta familiar.
María Zamora: "No se me había pasado por la cabeza participar"
María Zamora es navarra, de Igantzi. Estudia en la UPV/EHU en Donostia, donde también tiene familia y ciudad en la que trabaja por las tardes. Reconoce esta joven de 22 años que “nunca se imaginó” que acabaría participando en la Tamborrada, aunque sí lo había hecho como público en años anteriores.
Una amiga donostiarra le ofreció la oportunidad de tomar parte en la tamborrada Intxaurra, de Intxaurrondo, que desfila por las calles del barrio entre las 17.00 y las 20.00 horas. Lo hará tocando el barril.
“Llegué al primer ensayo sabiendo solo tocar La Marcha y pensaba que tocábamos dos o tres canciones. Así que cuando me encontré con diez diferentes me vi bastante perdida, pero ya las voy cogiendo”, añade.
“No se me había pasado por la cabeza participar, porque pensaba que solo era para donostiarras. Cuando me ofrecieron esta oportunidad dije que sí, porque además no sé si podré repetir el año próximo”, destaca.
Afirma que tenía “curiosidad” por participar desde dentro de tanto escuchar a sus amigas y amigos donostiarras lo especial que era el día. “Nunca había participado como una donostiarra, tocando en una tamborrada. Además, lo hago con una amiga y su familia, en su barrio y creo que es algo diferente”. apunta.
Anais Rodríguez: "Aunque soy de Andoain siempre lo he sentido como algo especial"
Siendo de Andoain, aunque reconoce ser forofa de la Tamborrada, no se había planteado poder participar en la misma por dos motivos. Por una parte, afirma ser “bastante arrítmica” pero, además, al no ser donostiarra pensaba que no podría tener un hueco en las compañías que inundan de alegría la fiesta.
“Siempre lo he sentido como algo muy especial y he venido muchas veces a disfrutar del día”, afirma Anais Rodríguez, que este año vio una buena oportunidad para ser parte activa del gran día en Tambores Solidarios, una nueva tamborrada en la que padres y madres pueden salir con sus hijas e hijos por el barrio de Amara y que se fundó en 2020, sin poder estrenarse en 2021 a causa del covid. “Me hizo mucha ilusión poder salir con mi hija de ocho años, que además se quedó sin participar en la Tamborrada Infantil porque cuando le tocaba llegó la pandemia”.
“Es una nueva tamborrada, un nuevo equipo, aunque hay gente con experiencia que nos ayuda no solo a la hora de tocar, si no también para vestirnos etc.”, explica Rodríguez, que asegura que pese “a seguir siendo arrítmica, me lo paso pipa”. La diversión llega desde la banda de los barriles.“
"Tengo una sensación de equipo, de que todas y todos intentamos hacerlo bien”, destaca Anais Rodríguez, que espera con “ilusión” que llegue el día 20 para que, entre las 16.00 y las 19.30 horas, los Tambores Solidarios recorran las calles de Amara y en sus filas compartan alegría mayores y pequeños.
Patxi Ayestaran: "Cuando los críos han sido mayores ha llegado mi momento"
Saldrá en la tamborrada de adultos de La Anunciata, que recorrerá las calles de Altza, Bidebieta e Intxaurrondo el día 20 entre las 18.00 y las 22.00 horas.
Patxi Ayestaran se estrena ahora cuando ya sus hijos, de 12 y 14 años, han crecido. “Cuando eran más pequeños ni me lo planteaba. Este años los padres del cole con los que más relación tengo me han animado a salir, porque me dicen que se lo pasan muy bien” reconoce.
“Me animaban a apuntarme y este año lo he decidido. No me lo había planteado antes y me apunté el año pasado, aunque no pudo ser”, destaca. “La verdad es que me lo paso bien y me hace ilusión” asegura. “Yo no le doy muy bien”, afirma Ayestaran que, pese a todo, ha disfrutado en los ensayos.
“Estoy convencido de que en el día nos lo pasaremos estupendamente. Yo disfruto con los demás tocando y habrá espacio para todo. También para las paradas en las que se aprovecha para tomar algo”, apunta.
“Tengo ganas de que llegue el día”, destaca. “Todo el mundo me decía que se pasa bomba”.
“Lo único que he pedido es que me pongan donde no se me vea mucho, porque es mi primer año y no ando muy fino”, afirma Ayestaran, que lo que espera es “disfrutar mucho”.
“Cuando me he visto más libre y con los críos mayores ha llegado mi momento”, concluye.
María Treku: "He tocado con la banda de Deba en la Arriada"
Andereño de Santo Tomas Lizeoa ha decidido dar el salto y participar en la tamborrada de adultos de la ikastola, aunque el horario no es precisamente el más sencillo de encajar, de 1.00 a 5.00 horas del día 20.
“Siempre me ha gustado la Tamborrada, aunque soy de Deba”, asegura Maria Treku que, además, por su trabajo ha podido disfrutar del desfile de sus alumnas y alumnos más jóvenes en la Tamborrada Infantil y la Juvenil de la ikastola.
Los sones que va a acompañar con su barril no le resultan extraños, ya que como miembro de la Banda de Deba ha acompañado en la Arriada a la Unión Artesana.
Pero siempre ha tenido la ilusión de estar al otro lado de la valla. “Siempre me decía que lo intentaría el año próximo. Llegó la pandemia y no pudo ser y creo que ya ha llegado el momento”, explica Treku. “He tenido la suerte de que se hiciera un hueco”, apunta.
“No es que los temas me resulten extraños pero al empezar a tocar, sobre todo en el primer ensayo, sí me sentí con un punto de tensión. Pero no ha sido para tanto”, afirma.
En la banda observaban desde fuera el ambiente de la tropa aunque, reconoce, “como soy muy salsera, trabajando en Donostia y tocando con las niñas y niños en la ikastola, siempre me había llamado la atención participar. Desde dentro ya veo que es otra cosa, hay otra chispa”.
Para calentar motores las personas que integran la tamborrada de adultos de Santo Tomas Lizeoa acostumbran a cenar juntas, y “eso ayuda a ir entrando en el ambiente festivo”.
A sus 35 años a Treku todavía no le ha tocado compartir compañía con ex alumnas o ex alumnos, algo que sí les ha ocurrido a otros miembros del profesorado que participan en la Tamborrada. “De momento, a lo sumo, a mis ex alumnos los he visto en las compañías infantiles o de jóvenes”, apostilla.
Mikel Fernández: "Como salí en la Infantil no me ha costado coger el ritmo"
Tiene 28 años y este año se estrena en la tamborrada de adultos, tras salir otros dos en la Infantil con Zuhaizti. Mikel Fernández, pese al tiempo pasado, asegura que no le ha costado nada volver a coger el ritmo de los distintos temas, esta vez en versión barril en vez de tambor, un puesto “más gamberro”.
Los estudios y la coincidencia en fechas de la fiesta con la temporada de exámenes, inicialmente, y un traslado a Barcelona para completar su preparación impidieron que Mikel se reincorporara a las filas de la tamborrada hasta 2023. “Con todo eso no podía ensayar y lo he ido dejando. Estábamos apuntados el pasado año, pero por el covid no pudo ser”, destaca.
“Salimos en Xarmanta, desde las 3.30 a las 6.30. Nos hemos apuntado varios amigos y amigas, aunque el resto venía de participar en otras tamborradas. Solo yo me estreno este año”, explica Fernández.
“Todo ha sido un poco por carambola. En esta tamborrada salían amigos de toda la vida y este año ha surgido la oportunidad para que nos apuntemos unos cuantos”, añade este joven del barrio de Gros.
“Nos han animado, porque siempre nos dicen que se disfruta mucho”, afirma. “Antes de salir iremos a cenar con los amigos, a ver la izada si el tiempo lo permite y a esperar hasta las 3.30. Desde esa hora hasta las 6.30, a disfrutar”.
Y si el cuerpo aguanta, el 20 sigue la fiesta. “Después, cuando acabe nuestra tamborrada, intentaremos seguir a otras si el cansancio lo permite y si no nos tenemos que ir a casa a cambiar y secarnos, porque no parece que vaya a hacer buen tiempo”. “El 20 habrá que dar una vuelta también”, concluye Mikel Fernández.
