uskal Herria es un país lleno de magia, tradiciones y mitos, pero alguien los ha robado. Esa es, en resumidas cuentas, la sinopsis de Mitoen Banda, un nuevo espectáculo de títeres y música creado en colaboración por la compañía irundarra Ostomila y la Banda de Música Ciudad de Irun. Se trata de una obra en euskera, dirigida al público infantil y cocinada, como sus creadores confesaron a NOTICIAS DE GIPUZKOA, a contrarreloj.

Debido a que este año no ha habido Semana Grande, desde Donostia Kultura prepararon una senda programación cultural para todo el mes de agosto y una de las formaciones con las que contactaron fue la Banda de Música de Irun. “Nos pidieron que ofreciésemos un espectáculo infantil y a Lander Mesonero, vocal de nuestra Junta Directiva, se le ocurrió que podríamos colaborar con Ostomila”, explica el director de la formación, Garikoitz Gonzalez. Eso fue a finales de junio, y entonces se pusieron manos a la obra.

Aunque en la compañía Ostomila tenían varias ideas en las que se podría materializar la colaboración, la más complicada fue la que acabó saliendo adelante. “Nosotros teníamos pensada una obra para teatro de papel, con ambientación de mitología vasca, pero no tenía nada que ver, al final lo cambiamos todo”, asegura Ruben Mejuto, de Ostomila. El resultado: una obra totalmente nueva engendrada en un solo mes.

Los títeres también hubo que hacerlos de cero, de forma casera. Por estética, según Tamara Cuellar, compañera de Ruben en Ostomila y en la vida, dejaron el material de los muñecos a la vista, sin pintarles más que los rasgos necesarios para caracterizarlos, como los ojos, la nariz o la boca. Por tiempo, quizás tampoco se pudiese haber hecho de otra forma.

Pero el tiempo no fue la única limitación. Las restricciones pandémicas vigentes también fueron un impedimento para reunirse en los ensayos, por lo que Ostomila y la banda tuvieron que preparar sus respectivas actuaciones por separado casi hasta el día del estreno, el pasado 1 de agosto en el anfiteatro de Miramon. Antes de eso solo pudieron hacer un ensayo general en la parroquia del Juncal de Irun.

Además, para la Banda de Música fue también un reto. Su última actuación antes de la de principios de mes había sido en octubre de 2020. Con los instrumentos recién desempolvados, los 35 músicos de la formación volvieron a estudiarse temas de El Caserío y de las Diez Melodías Vascas de Jesús Guridi. También cayó alguna que otra canción de Oskorri. Precisamente uno de los criterios principales a la hora de elegir la música, según indica Gonzalez, fue que fuese “música tradicional vasca, con rítmicas reconocibles”.

Sin hacer mucho hincapié en el subtexto de la obra, “que al final es subjetivo”, Mejuto asegura que se trata, sobre todo, de un espectáculo diseñado “para que los niños disfruten de los títeres”, cuyo potencial educativo es “enorme”. En ese sentido, tanto Gonzalez como los responsables de Ostomila coinciden en hacer una excelente valoración del estreno en Donostia, a pesar de que, por la premura en la confección de la obra, fuese una especie de “ensayo con público”, como declaran bromeando.

A futuro, la voluntad de las dos partes implicadas en el proyecto sería poder llevar Mitoen Banda a otros escenarios. En Irun, el estreno del espectáculo tendrá lugar el próximo 26 de septiembre en el centro cultural Amaia. Hasta entonces, solo queda esperar a que la evolución de la pandemia vírica siga haciendo concesiones al sector cultural.

Tras el estreno de la obra el 1 de agosto, Ostomila y la banda llevarán ‘Mitoen banda’ al Amaia de Irun el próximo 26 de septiembre