- Marian Bañuelos y su hermana Yolanda son las propietarias del bar Tita Lupe, de la calle Misericordia de Gros, un establecimiento alargado y estrecho en una acera también de poca anchura. Por ello, en cuanto las propietarias se enteraron del decreto que abría la mano a instalar mesas y sillas en espacio de estacionamiento solicitaron permiso, un trámite que les fue fácil realizar gracias a la ayuda de una trabajadora de la sede municipal de Altza, según recalca Marian Bañuelos. Después, se pusieron manos a la obra y compraron el material para la terraza.

“Estamos contentas”, dice la hostelera que, con cuatro mesas en la calle, se prepara para celebrar el quince aniversario del local el 18 de enero. “Ojalá permanezca por lo menos hasta el verano del año que viene”, dice Bañuelos, que recuerda que al poco de abrir y después comprar el local llegó la crisis de 2008 y “tenemos aún hipoteca y a ver si esta terraza nos ayuda”, señala esperanzada.