A a lo largo de todo el mes diciembre que comienza este martes, el pasadizo de Egia exhibe imágenes de la exposición sobre la vida de las aves surgida alrededor de las cajas-nido, que comenzaron a colocarse en el parque de Cristina Enea hace treinta años. La muestra ha sido organizada por el colectivo Parkea Bizirik, que se ha ocupado en este tiempo de instalar y cuidar estos nidos artificiales, para favorecer el desarrollo de estos pequeños animales.

En estos treinta años, el colectivo calcula que estos nidos artificiales ha dado vida a 2.700 polluelos de distintas especies.

Las imágenes colgadas de las paredes del pasadizo cercano a las estaciones muestran a pollitos de distintas especies, como carboneros, herrerillos, trepadores, agateadores, cárabos€ También hacen uso de las cajas-nido pequeños mamíferos que viven en las zonas naturales, como los lirones del parque de Ametzagainalirones del parque de Ametzagaina.

La instalación de las cajas-nido dio comienzo de la mano del naturalista Joseba Gurutz de Vicente, autor también de un libro sobre la historia, fauna y flora de Cristina Enea. Desde el parque egiatarra, la propuesta fue viajando a otros lugares naturales cercanos como el parque de Ametzagaina, Ulia, Larrañategi, Igeldo, Astigarraga, Errenteria, Oiartzun y Aiako Harria.

Entre 1990 y 2020 los miembros de Parkea Bizirik han llevado a cabo 7.200 inspecciones en las cajas nido instaladas y calculan que, restando los fallecimientos, 2.371 aves han salido de ellas al mundo exterior. "Recreando una simulación, las 2.371 aves que han salido de las cajas-nido podrían equivaler al conjunto del vecindario del barrio donostiarra de Añorga, donde según el padrón municipal de 2019 viven 2278 personas", explica Parkea Bizirik.

Asimismo, recuerdan que, aunque ha habido ayudas también institucionales, el trabajo de campo se ha llevado a cabo de la mano de voluntarios, que han ido anotando los datos de cada una de las cajas censadas en estos treinta años de vida de la experiencia.