- El alcalde de Donostia, Eneko Goia, confía en que el retraso de las obras del Topo, motivado por la paralización de un tramo de 400 metros junto a La Concha, no afectará a la superficie y la calle San Martin, frente al Buen Pastor, y las dos primeras manzanas de Easo, se podrán convertir en espacios peatonales en 2022, como se preveía, aunque la actuación subterránea no haya finalizado. “Parece que las obras (en las calles) no se prolongarán más allá de lo previsto, según nos han dicho”, dijo ayer Goia en una entrevista en Radio San Sebastián. Asimismo, recordó que cuando se supo que los trabajos de parte del tramo Miraconcha-Easo deberán salir de nuevo a concurso, ya que excederán notablemente el precio adjudicado en el concurso, solicitó a ETS que la demora no afectara a la superficie “porque para nosotros es muy importante”, ni tampoco al resto de zonas de la ciudad que acogen maquinaria y operarios para esta actuación. “Y parece que va a poder ser así”, declaró.

Por otra parte, Goia señaló que ETS le ha informado en todo momento de la situación y que, según las explicaciones que le ha dado, aunque se llevó a cabo una “amplia campaña de catas” en el terreno para conocerlo bien antes de terminar el método constructivo para horadar el túnel, la realidad es que durante la ejecución se descubrieron “cavernas” que no se habían detectado con anterioridad en los estudios, lo que dio lugar a corrimientos de arena y filtraciones de agua.

El socavón aparecido bajo dos inmuebles de la calle Zubieta a principios de junio estuvo motivado por una de estas oquedades no detectadas y ha habido alguna otra en el subsuelo de la calle Easo. Por ello, la obra a lo largo de 400 metros está paralizada desde entonces a la espera de estudiar un mejor método constructivo y sacar de nuevo a concurso la actuación, lo que ha motivado su paralización y la rescisión del contrato de los trabajadores, como adelantó este periódico.

Además de contar con una nueva zona peatonal alrededor del Buen Pastor y cercanías cuando esté en marcha el nuevo ramal del Topo, el Ayuntamiento tenía previstas otras actuaciones intermedias para este otoño como el cambio de dirección de las calles Zubieta y San Martin así como la eliminación de un carril de esta última vía para convertirlo en bidegorri. Quedaría otro para el transporte público y otro para el privado.

Por otra parte, el alcalde restó importancia a que la obra del Topo pueda retrasarse “seis meses o un año” ya que se trata de una infraestructura con un horizonte de unos cien años, según señaló.

Goia también se refirió a la implantación de la velocidad máxima de 30 kilómetros por hora en la ciudad de Bilbao y consideró que en Donostia no sería adecuada, a pesar de que está previsto ir creando más zonas 30. “Por ejemplo, habría que ir a esa velocidad en el túnel de Zorroaga y sería perjudicial para la velocidad comercial de los autobuses”, dijo.