donostia - Uno de los debates de esta legislatura en el ámbito deportivo será el futuro de Anoeta. Hay propuestas para reformar infraestructuras existentes, para crear un pabellón multiusos, para el futuro de Illunbe...

-Tenemos una realidad: el punto de partida no es un papel en blanco. Tenemos una ciudad deportiva con una serie de infraestructuras y eso es un patrimonio de los donostiarras. Las propuestas planteadas por algunos grupos son escuchadas y analizadas, pero tengo claro como responsable de deportes que esta ciudad no puede duplicar innecesariamente equipamientos: los equipamientos cerrados cuestan mucho dinero. Aunque no se utilicen, son una carga económica y son patrimonio de la ciudad. Además, hay que tener claro que en el ínterin hasta que encontremos una solución final (que puede ser un Illunbe absolutamente renovado u otro espacio multiusos) hay que funcionar. Tenemos la suerte de que en esta ciudad hay más de 130 clubes y muchísimos equipos y algunos compiten en sus máximas categorías. Todos ellos y el deporte base utiliza las instalaciones actuales. No se puede cerrar una y no dar una alternativa hasta tener una nueva.

¿Por eso se cambiará la solera de Illunbe en 2020?

-Sí. No podemos abordar una actuación integral en el Gasca, por ejemplo, si en el ínterin no tenemos alternativas para que los equipos que lo utilizan puedan entrenar y competir. Cambiar la solera va a permitir utilizar Illunbe de manera mucho más ágil, sin tener que estar equilibrando el suelo. Y descargará de actividad otras instalaciones. Abrirá una ventana de tiempo que nos permitirá definir el espacio multiusos.

¿Ese pabellón multiusos puede ser el propio Illunbe?

-Illunbe es un patrimonio municipal que ha supuesto muchísimo dinero a los donostiarras y que sigue suponiendo un gasto todos los años. Su mantenimiento básico cuesta unos 200.000 euros anuales. Hay que hablar de su futuro y veremos dónde nos encontramos cada uno. De momento, el Ayuntamiento hace un primer esfuerzo económico en solitario con una actuación (el cambio de la solera) para dar una solución al deporte de alto rendimiento supramunicipal. Pero además, en Illunbe se ha hecho un análisis con empresas que gestionan pabellones de estas características para optimizar la realidad existente y ver el rendimiento que se le puede sacar. Hay que tener en cuenta la realidad de las necesidades de uso, qué público mueven, por ejemplo, el IDK, el Bera Bera o el GBC. También puede dar otros servicios, como actuaciones musicales. Lo que necesitamos es un espacio intermedio que pueda dar cabida a actividades de entre 3.000 y 10.000 personas.

¿Otra opción para ese pabellón multiusos sería un renovado Gasca?

-Podrían ser los dos, y no tendríamos que hablar de un nuevo pabellón, porque si no tendríamos tres y habría que preguntarse qué hacer con las instalaciones. Luego hay que mantenerlas.

La propuesta planteada por el PP para una reforma integral del Gasca afectaba también al Atano III. ¿El frontón tiene futuro?

-Tiene muchísimo futuro. Me sorprende cuando se hacen algunas comparaciones con ciudades con frontones con aforos de miles de personas. Cuando se habla del Navarra Arena hay que ver cuánto ha costado y cuántas finales ha acogido. El Atano ha tenido mucha más actividad en todo ese tiempo. El dinero que va a un sitio no va a otro y con el dinero público hay que ser muy escrupuloso, hay que ponerlo allí donde las necesidades sean reales y mayores. Y hay necesidades más urgentes que un frontón con un gran aforo, como son el campo de Matigoxotegi, el César Benito, las reformas en los polideportivos que usamos 49.000 abonados de la kirol txartela... Aunque no podamos cubrir esa gran final de pelota que necesitaría un aforo que cuesta millones de euros. La prioridad es dar salida a las necesidades reales de los donostiarras.

¿Cuál es la situación del frontón?

-El Atano tiene años y necesita reformas. Estamos abordando y abordaremos el campo de Merkear, el gimnasio provisional de Altza y el nuevo polideportivo, la reforma del miniestadio, la reforma del Yoldi, el equipamiento deportivo en La Bretxa, la concesión de Zuhaizti... El ritmo de inversión en deportes es muy importante, pero otros departamentos también necesitan recursos. El Atano tiene sus necesidades y se afrontarán, pero cuando la economía lo permita.

Ha mencionado el polideportivo de Altza. ¿Se cumplirán los plazos?

-Ahora va bien. Ha sido un máster de aprendizaje para el Ayuntamiento, los vecinos, el distrito, la plataforma vecinal... Se ha tenido que abordar una problemática de contaminación de amianto que va a ser muy común en las ciudades y lo que estamos haciendo es pionero. Y ha sido posible por la colaboración de todos. Quiero agradecer la labor altruista de las personas de la plataforma y valorar la actuación también del Gobierno Vasco, Osalan... Esto aún no ha terminado: los ítem 1, 2 y 3 están controlados, se está construyendo el edificio del polideportivo y en 2020 queremos contratar las piscinas exteriores para que entren en servicio a la vez. Pero hay más, están el ítem 4, el 5, zonas en Auditz Akular, en el puerto de Pasaia, en Txingurri... Ha sido muy duro y muy complicado.

También ha mencionado Matigoxotegi. Los usuarios del campo de fútbol salieron a la calle para reclamar que se renueve el césped.

-Habíamos tenido que priorizar en el proyecto de presupuestos otras cuestiones, pero en el último Pleno pactamos una enmienda para incluir una partida para 2020. Comparto su preocupación y entiendo que es necesario cambiar el césped. Cumplió su vida útil hace años. Es otra de esas cuestiones derivada de su mal mantenimiento o de no haberlo cambiado a su debido tiempo. En materia de campos de fútbol hemos actuado en Martutene que estaba peor, en Berio y hemos comprado Merkear. Son tres inversiones fuertes que también afronta solo el Ayuntamiento.

¿Y el César Benito?

-Será el siguiente, pero ahora mismo no da. Cuando se pueda.

En junio concluye la concesión de la gestión del polideportivo Zuhaizti. ¿Se volverá a sacar a concurso o se estudia la gestión directa?

-Trabajamos en el pliego para volver a sacar a concurso la gestión. No hay una decisión firme aún, hay que analizarlo porque necesita una inversión. Estamos en ello.

La kirol txartela ha superado otro récord con más de 49.000 socios.

-¡Algo haremos bien! Pero se puede crecer más. Hemos ganado casi 4.000 socios en los últimos años con el polideportivo de Altza cerrado, algo que debía restar. Con el gimnasio provisional y la exención de la matrícula que se mantiene en 2020 ha aumentado el número de usuarios en Altza y con el nuevo polideportivo con piscina podemos subir más. Acabamos de acordar integrar el polideportivo de Riberas en la red y está en un lugar estratégico, cerca de la zona nueva de Txomin y la vega del Urumea. También hay otros retos: es muy importante el buen mantenimiento de las instalaciones, las partidas tienen que tener músculo suficiente para mantener un servicio de calidad.

Entre esos socios hay muchos no donostiarras.

-Estamos encantados de que los usuarios también sean de otras ciudades. Pero esto se mantiene con un esfuerzo económico: los recursos directos de la kirol txartela cubren el 60% y el Ayuntamiento el otro 40%, es decir, los donostiarras pagan la kirol txartela y con sus impuestos también ese 40% y eso me parece injusto, porque el uso de las instalaciones les sale más caro. Ese agravio comparativo debería ser compensado de alguna manera. Pedimos una compensación justa porque aportamos toda una red de instalaciones y creo que estamos siendo muy generosos. No se trata de duplicar servicios, somos un territorio pequeño. Hay que optimizarlos.

¿Esa compensación por parte de la Diputación está sobre la mesa?

-Sí, si no sería un fraude por mi parte hacia los donostiarras. Pero no hay nada concreto. En el transporte sucede lo mismo y la discusión está superada. Un transbordo en Dbus se ve con normalidad. Esto sería un transbordo en deporte.

Además de Deportes, es responsable de Seguridad Ciudadana. La última OPE de la Guardia Municipal se ha integrado en una promoción conjunta de policías locales.

-Hay un porcentaje de interinidad que me resulta inasumible. En Bomberos la legislatura anterior se redujo a un porcentaje residual, en Deportes tenemos una OPE muy potente ahora y en la Guardia Municipal hemos decidido que la mejor estrategia era entrar en unas promociones unificadas y conjuntas. Hablo con conocimiento de causa, he sido interino muchos años y no se me ha olvidado de dónde vengo ni lo que supone. Tengo clarísimo que hay que intentar terminar con eso, porque implica una plantilla mucho más formada, más estable y en unas condiciones laborales mejores. No existen fórmulas mágicas, hay que tomar decisiones y hemos optado por las promociones unificadas. Tengo la esperanza de liquidar la práctica totalidad de la interinidad a lo largo de esta legislatura. Si se consigue, el paso será muy importante. También es cierto que en el ínterin esto genera un sobreesfuerzo importante a los agentes actuales de la plantilla, porque hay menos disponibles y aumentan las cargas de trabajo.

La tecnologías y los tipos de delitos cambian. ¿Los protocolos de actuación pueden responder?

-Es algo muy vivo, siempre hay que asumir que vas por detrás pero vamos actualizando los protocolos. Las tipologías delictivas por Internet cada vez son más habituales, la policía se debe adaptar, siendo conscientes de que somos una policía local y en la medidas de nuestras posibilidades.

¿Cómo es la colaboración con la Ertzaintza?

-La colaboración institucional es perfecta.

La Semana Grande del año pasado hizo saltar las alarmas y este año se reforzó el dispositivo policial. ¿Es esa la línea de actuación a seguir?

-Es la línea preventiva a seguir mientras las conductas que llevan a ese tipo de delitos sigan en nuestra sociedad al nivel que están hoy en día y, lamentablemente, las agresiones parece que están creciendo. La Guardia Municipal es una unidad preventiva y le corresponde un trabajo policial preventivo. No garantiza en su totalidad que no ocurran esas agresiones ni otras, pero es nuestra responsabilidad intentar que no ocurran.

En la reciente cumbre de Madrid el alcalde, Eneko Goia, afirmó que Donostia debe asumir que habrá más temporales y oleajes. ¿La ciudad está preparada?

-En Donostia hemos tenido siempre embates del mar, desde hace muchos años. El mar no lo controla nadie ni nada. Lo que ocurrió hace unos años destrozó media ciudad. Mi respuesta es que nunca lo suficiente, porque la realidad es tozuda. Además de medidas de urgencia, como las que tomamos recientemente ante una alarma roja, habrá que tomar medidas estructurales de ciudad que son de las que hablaba el alcalde, como las que se están tomando en la ribera del río o como los diques de protección a la entrada del Urumea. El cambio climático es una realidad, no es ninguna broma. Y Donostia está de cara al mar, sobre superficies ganadas al mar.

¿Los donostiarras son conscientes de los riesgos en esas alertas?

-Sí, el 99% de la gente sí. Pero hay un pequeño porcentaje de personas que no respetan las recomendaciones y se creen con la libertad de ignorar las vallas y precintos y de poner en riesgo su vida y la de terceros. Es un porcentaje muy pequeño, no son muchos, pero las directrices son claras y si vemos a alguien accediendo a lugares cerrados se le multa. Esto no es un juego.