Después de su puesta de largo en las instalaciones de Agorrosin Gunea, la muestra gestada al calor de los actos conmemorativos del 750º aniversario de la concesión de la Carta Puebla de la villa, recala en la sala de Barrenkale con un doble objetivo. Por un lado, insistir en el tirón del que goza el deporte en Bergara, y por otro, “agradecer” la labor desarrollada por todos aquellos clubes y particulares que han hecho posible que en diferentes épocas, en el pasado y presente, distintas disciplinas hayan tenido -y tengan- su protagonismo en el municipio.
Pili Arin e Iñigo Zaitegi son los comisarios de la exposición que propone un disfrute visual, en blanco y negro y en color, de imágenes cercanas y, en muchos casos, muy familiares. Armados de paciencia y con la colaboración de numerosos vecinos, Arin y Zaitegi se esforzaron en identificar a las personas que aparecen en estos documentos gráficos. Tras filtrar 5.000 fotografías y realizar una primera criba de 140, dieron forma a este proyecto que desembocó en la selección de 63 instantáneas. “Hay tanto material que solamente hemos presentado un pequeño muestrario”, incidieron los impulsores de esta iniciativa en el día de su presentación.
la más antigua de 1920 Ordenadas por modalidades deportivas y de forma cronológica, hay que echar la vista al año 1920 para detenerse en una imagen del campo de fútbol de Agorrosin, que a día de hoy sigue conservando el mismo emplazamiento, aunque a la espera de una reforma. En antigüedad le sigue el grupo de alumnas del colegio de la Compañía de María, que con mucho sabor aristocrático inglés juegan al cricket en la década de los 30.
El paseo por la sala de Barrenkale también deja contemplar al equipo de waterpolo en una estampa de 1993, así como recordar (o descubrir) el gancho que tuvo el boxeo con un frontón municipal abarrotado de público en 1943, y la histórica afición por correr que tiene de estandarte a Vicente Pagaldai, en uno de los innumerables maratones donostiarras que disputó, junto con otras muchas pruebas. Tampoco faltan los juegos de bolos, el tiro al plato y el mundo del motor reflejado en su subida a Gorla, y en imágenes de los campeones locales y del todavía vigente piloto Aitor Zabaleta.
En definitiva, deportes en activo, otros ya desaparecidos, son el hilo conductor de la historia que cuentan las paredes de la sala Aroztegi. Una historia que en un viaje por el último siglo permite al público hacerse una idea del arraigo de la práctica deportiva en la villa, que también tiene nombre de mujer. La exposición puede visitarse de martes a viernes, de 18.00 a 20.30 horas; los sábados, además de por la tarde, de 12.00 a 14.00, y los domingos y festivos, solo por la mañana.