donostia - Iñaki Zuloaga, uno de los fundadores de la logia donostiarra Altuna 52 y de la asociación cultural Altuna Berri, que forma parte del consejo de la Memoria Histórica del Ayuntamiento, está satisfecho por el reconocimiento que tributará la capital guipuzcoana a los masones donostiarras que fueron represaliados tras la Guerra Civil. El sábado, el Jardín de la Memoria de Riberas de Loiola acogerá la inauguración de la escultura Memoria de una luz, que recuerda a los integrantes de la primera logia donostiarra (Altuna 15), 17 de los cuales han sido identificados y rescatados de los archivos de Salamanca y son protagonistas de una publicación.

¿Desde cuándo existe la actual logia Altuna 52 y cómo surgió la primera?

-La actual se fundó en 2001. La creamos cuando en la logia Manuel Iradier de Vitoria estuvimos unos diez guipuzcoanos. La fundamos aquí para trabajar entre semana y así no afectar a las relaciones familiares. La que se creó en 1932 fue fundada por un pastor evangélico, cuyo padre era de Bilbao.

¿A qué corriente pertenece?

-Existen dos grandes familias. Una de corte inglés, muy tradicional, y otra de corte francés, con contenido liberal, social y adogmático, que incluye a las mujeres y es a la que pertenecemos. Pero en Euskadi hay de las dos corrientes. Nosotros tenemos ahora una en cada capital de Euskal Herria. En Pamplona, Xabier Mina 79; en Bilbao, Luz del Norte 63, y en Vitoria, Manuel Iradier 26. El número indica la antigüedad. En Baiona, con 50.000 habitantes hay 14 logias. Solo durante dos años estuvo prohibida la masonería en Francia y ha sido un movimiento que ha tenido mucha influencia social, tras su separación de la corriente inglesa. La calle Gambetta, de San Juan de Luz, está dedicada a Léon Gambetta que, junto a Jules Férry, impulsó por primera vez en la historia una escuela universal, gratuita, obligatoria y laica. Acabaron con el monopolio de la Iglesia y después la Iglesia trató de desprestigiar la masonería.

Franco también atacó la masonería. ¿Por qué?

-Se especula mucho. Hay quien dice que estaba enfadado porque no le aceptaron en una logia de Larache. Pero creo que el asunto es más complejo. La masonería es enemiga completa de los fanatismos, los totalitarismos y la falta de libertad. Menos en Cuba porque José Martí fue masón y es héroe de la revolución.

¿Les ha ayudado el Ayuntamiento en las tareas de reconocimiento a los miembros de la logia Altuna 15 que fueron represaliados por el régimen de Franco?

-Nos ayudó con el libro Memoria de una luz y nos ha facilitado los terrenos para la escultura.

En Donostia, el rescate de aquellas personas ha quedado incluido dentro de los trabajos relacionados con la Memoria Histórica. ¿También en otras zonas del Estado?

-No mucho. Precisamente, la Asamblea General de la Logia Simbólica Española ha elegido a una persona de San Sebastián para que lidere los trabajos de la Memoria Histórica en España. Las tareas que ha llevado a cabo la asociación Altuna Berri y la logia Altuna 52 se han considerado dignos para copiar de alguna manera y servirán de modelo. Dicen que hay 100.000 cadáveres en las cunetas, pero lo que no sabemos es cuántas personas olvidadas hay en los archivos. Personas sobre las que pesan sentencias inadmisibles. Se decía cualquier barbaridad de ellas cuando eran personas de grandes valores democráticos y ciudadanos.

A alguno la Policía le acusó de borrachín y vicioso.

-Un masón tiene que ser un hombre o mujer libre y de buenas costumbres, por elección. Pero la Policía franquista, cuando instruía los expedientes, decía cualquier cosa, lo que forma parte de la estigmatización que el franquismo quiso hacer de los masones. Franco se fue acercando al fascismo y esta corriente están radicalmente enfrentada a la masonería. Había muchos masones en el ejército republicano y en las Cortes, pero a medida que se va enfrentado a la masonería, Franco le va achacando todos los problemas de España. Les echa la culpa de todo y, cuando viene la represión, al que le cogen lo fusilan.

¿En Donostia hubo fusilamientos de masones?

-Aquí hubo una ventaja. La sublevación no triunfa en primera instancia y eso les da cierto tiempo, entre el 18 de julio de 1936 y el 13 de septiembre, para escaparse. Luego son perseguidos por la Policía, que les incoa expedientes y les condena, en rebeldía, a uno de ellos a muerte, porque era militar, y el resto a distintas penas. Algunos, cuando volvieron, fueron condenados, tuvieron que retractarse, acusar a otros... Y hay que imaginarse los interrogatorios y torturas de entonces. Fue una ley de venganza completa. La masonería fue de largo el grupo más salvajemente reprimido. Además de los fusilamientos, el exilio y las inhabilitaciones que afectaron a todos, a los masones se les estigmatizó, así como a sus familias.

¿Cómo juzga los trabajos de recuperación de Memoria Histórica en Donostia?

-A veces veo cierto sectarismo. Cada uno defiende la memoria de los suyos. En el consejo asesor de la Memoria Histórica de Donostia he repetido más de una vez que si no trabajamos los valores que representan nuestra democracia, nuestra convivencia, la tolerancia, la manera de entender la sociabilidad, la cultura, etc... esto no va a ir más allá de cuatro monumentos que se oxidarán. El verdadero trabajo de la Memoria Histórica es poner estos valores enfrentados de manera directa con los contravalores del fascismo, el dogmatismo, el desprecio por el diferente, la intolerancia, la violencia...

¿Qué función puede tener en la sociedad actual una logia como Altuna 52?

-Está totalmente vigente la pelea entre los valores sanos de convivencia, tolerancia, democracia, razón, con los del contravalor oscuro del odio al diferente y la intolerancia, algo que asusta mucho porque en Europa poco a poco va a aflorando. En el pasado lo vivieron de modo muy dramático, pero todo está muy vigente. La masonería es hija de la ilustración, una gran revolución que dijo que todo giraba en torno a la persona, el conocimiento científico, la razón y nuevas formas de gobierno. Por eso los masones franceses apoyaron la nueva escuela universal y laica.

¿Qué propugna la masonería?

-Tiene varios ejes: Conócete a ti mismo y Lo que haces te hace y Hombres y mujeres libres y fraternales. Las herramientas son valores como la rectitud, el trabajo, la perseverancia o la justa medida de la cosas. Es un camino que no tiene fin, no tiene meta. La masonería enseña a recorrer el camino.