donostia- La creación de un label de calidad del Pintxo Donostiarra y de un Instituto del Pintxo, que otorgará el distintivo, ha echado a andar y no será realidad hasta el año próximo. Sin embargo, una de las cuestiones que los responsables de Fomento de San Sebastián tienen clara es que será necesario controlar la calidad de los pintxos, también después de que hayan recibido el distintivo. Para ello, tendrán que producirse inspecciones en los establecimientos con el objeto de controlar que las cualidades de los pintxos se mantienen, en caso de tener ya el label, o existen, en caso de ser aspirantes a ello.
Según explicaron fuentes municipales, “se tratará de que unas personas visiten los establecimientos para comprobar cómo son los pintxos y si cumplen el decálogo de normas establecidas por el Instituto del Pintxo, de modo similar a cómo funcionan las estrellas Michelin”.
Tal y como anunció la pasada semana el concejal de Hostelería, Ernesto Gasco, los locales deberán cumplir algunas reglas para ser merecedores del label de calidad, como utilizar producto local y cocinar el pintxo en el propio establecimiento, además de no emplear productos industriales o congelados, entre otras reglas que aún no han terminado de definirse.
El encargado de concretar el decálogo de normas será el Instituto del Pintxo, una entidad en la que tomarán parte distintos especialistas, como cocineros de prestigio que ya no estén en activo, así como algún periodista vinculado con la gastronomía y otros expertos del sector, además de representantes de la asociación de hostelería.
La creación de un label de calidad para los pintxos donostiarras tiene como objetivo distinguir a los establecimientos que siguen ofreciendo a su clientela bocados de alta calidad y diferenciarlos de otros locales que se distinguen por expender una amplia muestra de productos, pero no siempre del mismo nivel.
La capital guipuzcoana cuenta actualidad con un total de 1.365 bares, la mayor parte de los cuales ofrecen banderillas. El Centro, incluida la Parte Vieja, es la zona con más establecimientos de este tipo con un total de 468. Le sigue el barrio de Gros, con 213; Amara Berri, con 139; El Antiguo-Ondarreta, con 95; Altza, con 80; Egia, con 74, y otros barrios, con cantidades inferiores. El pasado año, algunas zonas vieron variar el número de bares. Aiete, Miracruz-Bidebieta, Miramon-Zorroaga y Martutene redujeron la presencia de estos establecimientos, mientras que Egia y Gros los vieron aumentar, con un 8,8% y 5,4% más, respectivamente.