legazpi - El montañero legazpiarra Antxon Burcio presentó ayer el libro Nutrición, seguridad y salud en la montaña, en el estudio de diseño Turarte. Burcio se ha encargado de la parte dedicada a la seguridad, mientras que la relacionada con la alimentación la ha escrito Joana García. El acto lo presentó el legazpiarra Txusma Pérez de Azaceta, de la editorial Sua.
Burcio ha sido director técnico de la Federación Vasca durante 30 años y es guía y juez de carreras de montaña. Lleva muchos años impartiendo cursos, por lo que es todo un experto en seguridad. Pérez de Azaceta es de su cuadrilla y es el que le ha convencido para escribir este libro. “Le dije que lo mío es formar a la gente, no escribir, pero me lió”.
Considera que este tipo de libros son necesarios, pues la gente va demasiado alegremente al monte. “Se han publicado muchos libros y hay cantidad de blogs sobre el tema, pero mucha gente no los consulta. Algunos son bastante inconscientes y también se peca de sobrevalorar las aptitudes de uno mismo”.
En el libro ofrece consejos básicos. “Siempre hay que planificar la actividad: a dónde vamos a ir y cómo. Además, hay que consultar el pronóstico del tiempo, utilizar el material adecuado, estar en buen estado de forma y no ir solo. Si vamos a ir a algún lado sin compañía, tenemos que decir a dónde vamos a ir y por dónde”.
En los distintos apartados de la publicación se habla de los peligros objetivos y subjetivos que hay en la montaña, el material, las salidas invernales, las avalanchas y los grupos de socorro.
Burcio es toda una autoridad en la materia, pues lleva toda la vida en la montaña. “Tuve la suerte de conocer a Avelino Sánchez de Isasia, un profesor que daba clases en Brinkola. Cuando hacía bueno nos llevaba al monte y nos enseñaba cosas muy importantes tanto para andar en el monte como para movernos por la vida. De su mano conocí muchos montes de Euskal Herria e hice los primeros viajes a los Pirineos. Posteriormente, he estado en los Alpes, en los Andes...”.
El domingo ejerció de juez en la maratón de montaña Zegama-Aizkorri, donde se produjeron muchos abandonos. “Llevo 14 años acudiendo a la Zegama-Aizkorri y hemos tenido muchos años duros. Algunos años incluso ha nevado. El domingo lo que pasó fue que empezó a llover enseguida y los corredores llevaban poca ropa. Les avisamos de que iba a hacer mal tiempo, pero a veces los corredores tienen un comportamiento infantil. Nosotros solo podíamos obligarles a llevar un chubasquero, pero es que encima algunos llevan chubasqueros que parecen de papel. Tenían que haber llevado otra camiseta y un chubasquero más resistente”.
