El nido espera a ‘La Paloma’

Un agujero de varios metros de diámetro ha sido abierto en el suelo de Sagüés para insertar en él la escultura La Paloma de la Paz, de Néstor Basterretxea, cuyo traslado ha sido objeto de polémica en los últimos tiempos, desde que el Ejecutivo local dirigido por Juan Karlos Izagirre decidiese retirarla de la plaza de Aita Donostia para trasladarla a un lugar cercano al mar, como en su día estuvo. La oposición en Donostia aprobó en el último Pleno dejarla en su antigua ubicación y posponer a la nueva legislatura el debate para su futuro.

Sin embargo, los trabajos para preparar el terreno que será escenario de la obra de Basterretxea empezaron el pasado martes 7 de abril y una semana después son evidentes. En primer lugar, se retiraron las dos canchas polideportivas que existían en el extremo más oriental del paseo marítimo donostiarra y se horadó un gran círculo en el suelo, ya que está previsto que La Paloma se coloque 40 o 50 centímetros por debajo del ras de la calle y no, como estaba en Amara, elevada sobre el césped.

Según informó el Ayuntamiento, está previsto que la obra de hierro quede colocada en su nuevo emplazamiento a finales de mes, más de cuatro meses después de que se desmontase y se llevase a un taller de Errenteria para limpiarla y subsanar los desperfectos que el tiempo ha dejado en ella.

La adecuación del entorno, que fue presentada por un equipo de arquitectos elegido por el Gobierno municipal, vendrá después, hacia el otoño, según anunciaron. Un graderío rodeará en parte la obra escultórica y una nueva zona de ocio con canchas multideportivas y aparatos, como las existentes en otros barrios, sustituirá a los dos campos al aire libre que han sido eliminados para la reforma.

La Paloma de la Paz se colocó en diciembre de 1988 en una esquina del solar del Kursaal y fue trasladada a la plaza Aita Donostia cuando comenzaron las obras del palacio de congresos de Moneo.