Se me ha acabado el Idiazabal. ¿Cuál sería la siguiente opción ‘quesera’ que elegirían para amortiguar la tragedia?

Ana: Un Roncal, que a fin de cuentas no deja de ser un Idiazabal.

Martín: El de Cabrales (sin dudarlo).

Jose Ignacio: El queso manchego, por su calidad y por la gran relación que guardamos con su gran maestre, Alfredo Medina.

Jesus Mari: Un emmental, por su suavidad. De hecho, lo uso mucho en ensalada y en tortillas.

Y si lo que se me acaba es el queso en general, ¿cuál sería su producto favorito, además de la leche cuajada?

A.: La alcachofa. Estoy enamorada de la huerta de Navarra en general, de Tudela, de la Cofradía del Volatín…

M: Las alubias. En mi casa no pueden faltar.

J. I.: La morcilla del Goierri en todas sus variantes. 

J. M.: Los espárragos. Concretamente, los de la zona de Sartaguda son un manjar, al igual que sus pimientos.

¿Su restaurante favorito para disfrutar de la cultura del queso?

Todos: En Gipuzkoa, destacaríamos el Martínez de Ordizia, siempre dispuesto a colaborar con nosotros; aunque no podemos olvidar tantos restaurantes que nos han apoyado año tras año como Arzak, Akelarre, Zuberoa, Martín Berasategui, Aratz... En Bizkaia, nos inclinamos hacia el Porrue de Bilbao, cuyo propietario y chef, Unai Campo, fue elegido cofrade de honor además de cortar el primer queso en 2020. Y fuera de nuestras fronteras, recomendamos La Marimorena de Oviedo, escenario de varias catas de la cofradía.