“Salí con 24 años de mi casa, de Hondarribia, de la Real, con la idea del abrirme al mundo profesional con todas sus consecuencias. Sabía que salía de mi zona de confort y ese iba a ser mi camino. Por ello, he decidido que debía apostar por esta opción, ya que es un reto diferente que creo que debía tomar y por eso lo hemos tomado”. Así explicó Unai Emery su salida del Villarreal para poner rumbo al Aston Villa, que ha realizado una suculenta oferta al técnico hondarribiarra, que abandona el club con el que alcanzó las semifinales de la Champions League y el título de la Europa League en vísperas del partido de este domingo contra el Athletic en San Mamés, donde Quique Setien será el encargado de dirigir al submarino amarillo. El cántabro llevaba sin equipo desde que fuera cesado en el Barcelona en 2020.

Según informan desde Inglaterra, los villanos, que están situados en la decimocuarta posición de la Premier League a tres puntos del descenso y a nueve de las plazas europeas, abonarán seis millones de euros por el traspaso de Emery, quien percibirá siete millones de euros netos por curso durante cinco temporadas.

Tal y como comentó Emery, se trata de una “oportunidad” que ya se le presentó la pasada temporada, cuando el Newcastle se interesó por sus servicios, aunque en aquella ocasión declinó la oferta. “El año pasado consideré que no y ahora considero que sí, pero siempre desde el lado profesional”, explicó. En esta ocasión, la “oportunidad” le ha obligado a “dejar los sentimientos de lado” y ser “frío mentalmente”. “Mi marcha se debe a una decisión profesional que debía tomar”, prosiguió, antes de comentar que “los entrenadores somos profesionales y debemos ser fríos y calculadores, debemos ser conscientes de que hay gente que nos quiere y gente que no, por lo que uno debe tomar las decisiones con firmeza y con respeto, y he intentado que así fuera. Me voy con la sensación del trabajo hecho”.

Sobre cómo se ha gestado su marcha, explicó que “llamé a Fernando (Roig) el viernes para decirle la situación y que quería dirigir el partido del domingo. El lunes se desencadenó”. A fin de aliviar el futuro inmediato de un equipo que queda huérfano, Emery, que llegó en 2020 al club, destacó la “unión” y la “química” de un vestuario que “no se va a romper” con su ausencia. “Es verdad que no es muy habitual. Es un contexto diferente, difícil, y puede sorprender un poco. Este equipo es muy maduro y muy profesional, y se adapta enseguida a los mensajes diferentes”, valoró.

Fernando Roig, presidente del Villarreal, reconoció, por su parte, que la rescisión “unilateral” del contrato del técnico guipuzcoano les ha pillado “mal”, aunque calificó con “matrícula de honor” su paso por la entidad. “Nos pilla con el pie cambiado, a mitad de temporada de un campeonato raro por los parones. Tenemos una muy buena relación, pero nos ha pillado con el pie cambiado. Ha sido un poquito jodido para nosotros, pero vamos a reponernos”, manifestó el dirigente durante la despedida de Emery, que deja atrás el confort para abrazar los millones de la liga más poderosa del planeta, que no deja de esquilmar al resto de competiciones gracias a su músculo financiero. l