El Atlético de Madrid afronta la temporada 2020-21 con el objetivo de seguir instalado en zona Champions por novena temporada consecutiva a las órdenes de Diego Simeone, quien comanda desde la banda a una entregada plantilla que tratará de reivindicarse sobre el verde después de quedarse lejos de la lucha por los títulos la pasada campaña. "Estamos en un año de transición", advirtió el técnico argentino mediado el curso y no se equivocó. Superado el trago, el ejercicio entrante volverá a exigir de lo lindo a un equipo que no variará su plan, pues se mantendrá fiel al estilo implantado por el Cholo, que no ha agitado la coctelera a la espera de la explosión de Joao Félix.

El portugués, que proyectó más sombras que luces en su primer año en LaLiga, es la esperanza colchonera para subir un escalón a nivel estatal y europeo a fin de no ver comprometida su parcela Champions y optar a la tan anhelada orejona. Para ello, si bien podría moverse en el mercado próximamente para cerrar complementos que den un mayor empaque al grupo, especialmente si se confirma la salida de Álvaro Morata con destino a la Juventus, el Atlético solo ha incorporado a sus filas al portero croata Ivo Grbic, un plan de futuro para hacer frente a una hipotética salida del club del esloveno Jan Oblak, una de las figuras de un equipo experto en hacer de la solidez defensiva su gran arma.