Que viva el fútbol. Tan impredecible, tan incierto, tan cambiante, que propicia partidos como el vivido en el Parken Stadion de Copenhague. Quién le diría a España, que saboreaba su pase a cuartos de final tras un gran partido que dominaba con comodidad a cinco minutos del final con una renta de dos goles, que el choque se decidiría en la prórroga. Ni el croata más optimista podía imaginar un desenlace igual, pero tiró de orgullo Croacia y con dos chispazos, el segundo en el descuento, llevó al partido al tiempo añadido. En la prórroga se lució Simón, villano en el primer tiempo tras cometer un grosero error, pero salvador y héroe al final. Morata, que cuajó un gran partido, y Oyarzabal, sentenciaron finalmente el encuentro y España, que volvió a marcar cinco goles, como hiciera en el tercera partido de la fase de grupos ante Eslovaquia, está ya en cuartos de final.

Los triunfos sufridos, dicen, saben mejor, pero no puede pasarse por alto el tirón de orejas que sufrieron los de Luis Enrique, que pecaron de exceso de confianza, quizá porque se sintieron muy superiores a su rival. Desperdiciar una renta así ante Croacia tiene un pase, pero hacerlo contra Francia, por ejemplo, puede ser una sentencia de muerte.

El dominio de la selección española en los primeros 20 minutos del choque fue abrumador. Con Laporte excelso en la salida de balón y Pedri muy activo entre líneas, los pupilos de Luis Enrique dispusieron de dos clarísimas ocasiones para haber abierto el marcador. Pero Koke y Morata, con el pie el primero y de cabeza el segundo, solos ante Livakovic, no atinaron a superar al guardameta croata. Y se cumplió la máxima que dice que quien perdona, lo acaba pagando. Simón, sin oposición, no llegó a controlar un balón de Pedri, que debió cederle el esférico fuera de los tres palos, y este se coló mansamente en su portería. Un fallo clamoroso, de esos que dejan tocado a un futbolista, pero el guardameta rojiblanco demostró su capacidad para sobreponerse y sus paradas terminaron siendo claves.

CRECE CROACIA

El gol dejó tocada a España, que vivió unos momentos de zozobra, superada por una Croacia que está a años luz de la que perdió la final del Mundial ante Francia en 2018, pero que creció en el partido más por demérito de su rival que por sus propios méritos. Tal fue la incapacidad de los balcánicos que en su único acercamiento con algo de peligro en el cuarto de hora en el que tuvieron noqueada a la selección española, Vlasic, que le ganó en la carrera a un blando Eric García, remató al lateral de la red de la portería defendida por Simón, que se hizo grande para tapar su guarida.

Sarabia, tras varios rebotes en el área croata, encontró el premio del gol y puso el empate en el marcador poco antes del descanso e hizo justicia, si es que esta existe en el mundo del fútbol. Tras la reanudación, recuperada ya del golpe, con Croacia presionando con mucha más intensidad pero sin excesivo acierto, la selección española encontró muchos espacios y demasiadas facilidades en la zaga croata y así llegaron los tantos de Azpilicueta y Ferran Torres. Entre medias, eso sí, Simón compensó su error con una gran mano ante Gvardiol.

DEL 1-4 AL 3-3...

Cada gol de España fue dejando más tocada a Croacia, cuyo entrenador, viendo la inoperancia de los suyos en defensa, lo apostó todo al ataque. Y así llegó el empate. Orsic y Budimir agradecieron las facilidades concedidas por los zagueros españoles, con mención especial para Pau Torres, quien reemplazó a Eric García mediado el segundo tiempo, y mandaron el partido a la prórroga. Un choque que Dani Olmo pudo haber dejado visto para sentencia. Buscó una vaselina imposible el atacante, formado a medias entre la cantera del Barcelona y el Dinamo de Zagreb, y del 1-4 se pasó al 3-3 en apenas siete minutos. El fútbol y sus cosas.

No entendió bien Luis Enrique las necesidades de su equipo en el tramo final del choque ante una Croacia que fue más corazón que cabeza, que se metió en el partido casi sin querer, con un Orsic cuya entrada dio alas a los balcánicos y que se dedicó a acumular futbolistas de ataque en busca de un milagro.

SALVADOR SIMÓN

Desbordada, España rozó la tragedia, porque haber desperdiciado una renta tan golosa y no llegar a cuartos habría sido eso, un hecho trágico. Y a punto estuvo de suceder, pero emergió entonces la figura de Simón, que de paso calló unas cuántas bocas. El guardameta rojiblanco sacó su mejor repertorio e hizo olvidar su error de la primera mitad con una grandísima parada a bocajarro a disparo de Kramaric en el minuto seis de la prórroga.

Se la jugó el de Murgia a lanzarse a su derecha y acertó, vaya que sí lo hizo. Evitó males mayores para la selección española, a la que le bastó con seguir acumulando llegadas al área de Croacia para hacer gol. Morata aprovechó un nuevo despiste de los balcánicos para recibir solo en el área y fusilar a Livakovic, quien tampoco pudo hacer nada para evitar el quinto gol de España, obra este de Oyarzabal.

Con mucho más sufrimiento del esperado y tras desperdiciar una renta de dos goles en los últimos cinco minutos del partido, la selección española está ya en cuartos de final. Jugó bien España, que además demostró que sus problemas de gol son cosas del pasado, aunque debe mejorar sus prestaciones en defensa. Tiene trabajo Luis Enrique.

LA FICHA

Croacia: Livakovic; Juranovic (Min. 74, Brekalo), Vida, Caleta-Car, Gvardiol; Brozovic, Kovacic (Min. 79, Budimir), Modric (Min. 114, Ivanusec); Vlasic (Min. 79, Pasalic), Petkovic (Min. 46, Kramaric) y Rebic (67, Orsic).

España: Simón; Azpilicueta, Eric García, Laporte, Gayà (Min. 77, Jordi Alba); Busquets (Min. 102, Rodri), Koke (Min. 78, Fabián), Pedri; Ferran Torres (Min. 88, Oyarzabal), Morata y Sarabia.

Goles: 1-0: Min. 20; Simón, en p.p.. 1-1: Min. 38; Sarabia. 1-2: Min. 57; Azpilicueta. 1-3: Min. 77; Ferran Torres. 2-3: Min. 85; Orsic. 3-3: Min. 90; Pasalic. 3-4: Min. 100; Morata. 3-5: Min. 103; Oyarzabal.

Árbitro: Çak?r (Tur.). Amonestó a Brozovic y Caleta-Car.

Incidencias: Partido de octavos de la Eurocopa, disputado en el Parken Stadion ante unos 26.000 espectadores.