on el objetivo de renovar y actualizar el parque de viviendas de Euskadi, el Gobierno Vasco amplió el pasado mes de septiembre las ayudas para la rehabilitación de viviendas y edificios, aumentando las cuantías económicas de las subvenciones y ampliando los límites de ingresos para optar a ellas.

De esta forma, las comunidades y particulares pueden realizar rehabilitaciones integrales de edificios, que incluyen en una misma intervención la eficiencia energética, la accesibilidad o las mejoras de la habitabilidad exterior, obras puntuales para elementos comunes de edificios y reformas en viviendas.

Con un presupuesto de 33 millones de euros anuales, el Ejecutivo vasco ha unificado las ayudas y dando por finalizado el modelo antiguo de convocatorias anuales, ya que ahora se pueden pedir todos los tipos de ayudas durante todo el año.

La nueva orden ha elevado también las cuantías de las ayudas e incidido en apoyar a personas con menos recursos, así como a comunidades que acompañen las actuaciones de mejora de la eficiencia energética y la integración de fuentes de energía renovable con una mejora de la habitabilidad, la accesibilidad, la conservación, la mejora de la seguridad de utilización y la digitalización de los edificios.

Respecto a las ayudas individuales, aquellas que no se concedan a una comunidad, están abiertas a unidades convivenciales de hasta 39.000 euros de ingresos anuales ponderados en el caso de los préstamos cualificados y de 25.000 euros de ingresos en el caso de las ayudas a fondo perdido (4.000 euros más que en la orden anterior).

De manera específica aborda las denominadas Zonas de Atención Preferente (ZAP), con requisitos diferenciados para que tengan mayores facilidades de acceso a las ayudas.

Tipos de ayudas

La primera línea engloba las ayudas a particulares en viviendas unifamiliares y edificios con una antigüedad superior a 20 años. Se trata de ayudas destinadas a obras de conservación y habitabilidad, mejora de la eficiencia energética (abordan la reforma de calefacción, ventilación, refrigeración, agua caliente, autoconsumo de energía eléctrica, envolvente térmica y acústica, cambio de ventanas y calderas, carpintería exterior), mejora de la accesibilidad (suprimir barreras arquitectónicas con adaptación de baños o la adaptación de la distribución de la vivienda) y de adecuación a los principios de buena construcción. El presupuesto mínimo es de 3.000 euros.

El segundo de los bloques de ayudas son un apoyo económico para realizar obras comunitarias para elementos comunes de edificios. En este caso pueden solicitarlas tanto las comunidades como los particulares que vivan en una vivienda cuya comunidad está realizando una rehabilitación.

Exige acometer las actuaciones que la Inspección Técnica de Edificios (ITE) determine de grado 1, 2 y 3, obras de un mínimo de 3.000 euros por vivienda y abarca obras de conservación, seguridad y habitabilidad, mejora de la eficiencia energética (sustitución de carpinterías exteriores, aislamiento térmico, instalaciones comunitarias de calefacción, refrigeración, etc.) y cerramiento de terrazas y balcones, así como obras de accesibilidad (obras de ascensores, supresión de barreras arquitectónicas, accesos desde la calle).

Por último, la tercera línea ofrece ayudas a actuaciones integrales, es decir, obras con alcance global, que abarcan de manera simultánea actuaciones de eficiencia energética, accesibilidad y seguridad en al menos un edificio residencial con más de cuatro viviendas unifamiliares y anteriores a 1980. En estas actuaciones es necesario también haber realizado la ITE previamente.

En el apartado de mejora de la accesibilidad, la orden incluye otra línea, un régimen financiero específico y una línea subvencional especial para cubrir la parte de la obra no financiada con la ayuda ordinaria, destinados a personas mayores de 65 años y personas con discapacidad, y unidades convivenciales de un máximo de 12.000 euros de ingresos anuales ponderados hasta el 100% del coste de la obra. n