os jóvenes de entre 18 y 24 años han sido quienes han sufrido en Euskadi un mayor impacto psicológico a causa de la pandemia respecto a otros grupos de edad al padecer cuadros de ansiedad, aislamiento social, pérdida de control y aumento de trastornos alimentarios, entre otros problemas de salud.

Es una de las principales conclusiones del estudio elaborado por la Federación de Euskadi de Asociaciones de Familiares y Personas con Enfermedad Mental, Fedeafes, entre diciembre de 2020 y junio de 2021. Cada vez es más joven el sector de edad que presenta síntomas psicológicos a causa del Covid-19 con trastornos más graves. De hecho, los ingresos psiquiátricos de adolescentes en la Unidad de hospitalización infantojuvenil del hospital de Basurto se han incrementado en un 50% durante los primeros cinco meses de este 2021 respecto al mismo periodo del 2019.

Según este estudio, un 44,2% de los jóvenes de entre 18 y 24 años admite que ha sentido miedo a que pueda morir algún ser querido, un 42,8% ha llorado debido a esta situación, un 30,3% ha sufrido ataques de ansiedad o pánico, un 24,5% ha sentido falta de respiración, un 16,8% ha tenido mareos y un 15,4% miedo de estar solo o aislado. Se han producido por tanto "cambios severos" en la personalidad de los jóvenes tras la pandemia, que se muestran "más irritables, tristes, inquietos, nerviosos, con constantes cambios de humor y mayor ansiedad".

Estos problemas psicológicos afectan también a "alumnos menores de 9 años", ya que los centros de salud reciben más consultas que antes por parte de centros escolares por problemas de salud mental en esta franja de edad. El informe revela a su vez que se ha detectado un aumento de trastornos alimentarios, especialmente entre mujeres adolescentes.

La tensión ambiental provocada por el virus ha provocado el incremento de los problemas impulsivos y de pérdida de autocontrol, que ha pasado a ser la segunda causa de ingresos en las unidades psiquiátricas vascas con "pensamientos relacionados con la necesidad de autolesionarse o el suicidio".

La vuelta a las clases presenciales tras el confinamiento ha derivado en un aumento de "la ansiedad, la depresión e inseguridad" entre los jóvenes, entre quienes se constata "un abuso en el uso de las pantallas electrónicas, así como aislamiento social".

El estudio expone propuestas de mejora dentro de los ámbitos sociosanitario, educativo, social, laboral, judicial y de emancipación.

De entre ellos, plantea asegurar en la red de salud mental un número suficiente de plazas de hospitalización psiquiátrica de agudos, así como recursos residenciales de media y larga estancia para menores con enfermedad mental.

Asimismo, propone formar al personal de los centros escolares en salud mental, incentivar los recursos de ocio de las asociaciones de familiares con enfermedad mental y apoyar la emancipación de los jóvenes. También recomienda incrementar los recursos laborales para las personas con discapacidad psicosocial, ampliar las evaluaciones psicológicas en el ámbito judicial y fomentar una mayor sensibilización social para prevenir la discriminación hacia las personas con enfermedad mental, entre otras medidas.

Alcohol en la adolescencia

El alcohol está asociado a un mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama, especialmente el que se consume durante la adolescencia, según resalta un subanálisis del estudio epidemiológico EpiGEICAM, llevado a cabo por investigadores del Instituto de Salud Carlos III, de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y el grupo GEICAM de Investigación en Cáncer de Mama.

Existía evidencia de que el alcohol se asocia con el cáncer de mama, aunque no tanta sobre su efecto en las diferentes fases de la vida, y aquí precisamente está la novedad de este estudio, que analiza la trayectoria del consumo de alcohol a lo largo de toda la vida y muestra su mayor incidencia en la adolescencia.