Los partidos vascos dan este jueves el pistoletazo de salida a la campaña electoral de los comicios del 12 de julio, de los que podría salir un Gobierno con mayoría absoluta dado que tanto el PNV como el PSE, actuales socios en el Ejecutivo, aumentarán sus apoyos, según pronostican las encuestas.

El CIS publicó este miércoles un sondeo que daba al PNV entre 3 y 6 escaños más que los actuales (28) y al PSE entre 2 y 4 más (ahora tiene 9) con lo que incluso con la horquilla más baja tendrían una mayoría absoluta en el Parlamento Vasco de la que no han disfrutado esta legislatura.

EH Bildu se consolidaría como el primer partido de la oposición aunque podría ver sus apoyos ligeramente menguados, mientras que Elkarrekin Podemos-IU mantendría su peso en el Parlamento Vasco, del que Vox se quedaría fuera. Los peores augurios del CIS son para el PP, que pese a concurrir con Ciudadanos podría perder hasta 6 de sus 9 escaños, según el sondeo.

Con estos mimbres PNV y PSE consolidarían una histórica y sólida coalición: han gobernado juntos Euskadi en la pasada legislatura y entre 1986 y 1998, con un breve paréntesis en este periodo; y ahora están al frente de las principales instituciones vascas, desde el Gobierno autonómico a las tres diputaciones y a las capitales.

Ambas fuerzas se han mostrado partidarias de reeditar el pacto y de hecho durante la campaña pondrán el énfasis en su capacidad de gestión. En estos cuatro años la coalición ha funcionado sin problemas, pese a tensiones puntuales en algunos municipios de Gipuzkoa y alguna discrepancia en la gestión de la pandemia.

No parece que el PNV tenga otros posibles socios dada la distancia que le separa de EH Bildu y los cambios en las direcciones de Podemos y del PP vasco, ya que tanto Miren Gorrotxategi como Carlos Iturgaiz son más beligerantes con los jeltzales que sus antecesores, Lander Martínez y Alfonso Alonso, respectivamente.

Los socialistas por su parte han recalcado que no contemplan el tripartito de izquierdas propuesto por la coalición morada (también lo descarta el otro interpelado, EH Bildu). Además, romper en Euskadi con el PNV complicaría los apoyos en el Congreso del Gobierno de Pedro Sánchez.

Con este panorama EH Bildu aspira a afianzarse como la principal fuerza de oposición -las encuestas así lo auguran- y como referente de la izquierda vasca. Durante la campaña intentará presentarse como alternativa real de Gobierno y cuestionará el "mito de la buena gestión" del PNV.

Elkarrekin Podemos ha convertido su propuesta de gobierno tripartito en el punto central de la campaña. Con esta apuesta subraya su perfil de izquierda antagonista al PNV y marca distancias con la anterior dirección del partido, que terminó la anterior legislatura pactando los presupuestos vascos para 2020, una decisión ampliamente respaldada por la militancia.

Tampoco son buenas las perspectivas para el otro partido vasco cuya dirección ha cambiado en los últimos meses, el PP. Fue precisamente su coalición con Ciudadanos -que se fraguó en Madrid sin contar con la Ejecutiva vasca- la que precipitó la dimisión del entonces presidente en Euskadi, Alfonso Alonso, que ya había tenido varios desencuentros con la dirección nacional de Pablo Casado.

La recuperación del histórico Carlos Iturgaiz como candidato, la alianza con C's y los mensajes centrados en el constitucionalismo, la defensa de la unidad de España y el ataque al nacionalismo buscan dar la vuelta a la tendencia descendente de los populares en Euskadi, donde llevan perdiendo votos de manera ininterrumpida desde hace 19 años.