En la Comunidad Foral se encuentran grandes empresas de agroalimentación reconocidas a nivel internacional: conservas, frutas y ensaladas envasadas, verduras congelas, así como de productos y derivados del pato, entre otras. Además de la producción, el Ejecutivo navarro supervisa cada paso que se da, ya que antes de que los alimentos recorran su camino hasta los hogares de los consumidores de cualquier parte del mundo, estos deben encontrarse en condiciones para su ingesta. Para ello, los controles de calidad de procesos y productos son imprescindibles. Periódicamente se llevan a cabo inspecciones en industrias agroalimentarias previstas por el Plan Nacional sobre Control de la Cadena Alimentaria. También se "supervisan actividades de los órganos de certificación y control de las Denominaciones de Origen, y cuando procede, se realiza la apertura de expedientes sancionadores", informan desde el Gobierno de Navarra.

Ha aumentado el control sanitario en el sector con el cometido de preservar la salud de la ciudadanía. Cuestiones como el fraude de los etiquetados de los productos alimentarios y la calidad de estos, son algunas de las razones. La Administración Foral supervisa cada paso de la cadena de producción para lo que los controles de calidad de procesos y productos son imprescindibles. La supervisión es competencia del Instituto de Salud Pública de la Comunidad Foral y las acciones que realizan son muy diversas, como inspecciones y controles de la higiene de la producción y comercialización de los alimentos, incluyendo el control de la higiene y bienestar animal en los mataderos; la gestión de las alertas alimentarias y de los registros necesarios para la realización de actividad inspectora, así como los programas de prevención de zoonosis humanas, aspectos todos ellos primordiales para garantizar una protección integral de la salud de la población.

Control contra el covid

El sector alimentario ha jugado un papel fundamental en la actual crisis provocada por el coronavirus, y, por ello, ha aumentado la seguridad dentro de la industria, aunque se ha fijado una actuación especial, sobre todo en el sector del comercio minorista, ya que son lugares de trabajo con elevado tránsito de personas. Para ello, el Instituto de Salud Pública y Laboral Foral aconseja que los responsables de los establecimientos sigan unas pautas de higiene básicas e informen a la clientela de las medidas que han de adoptar en el interior: uso del gel hidroalcohólico, aforo, distanciamiento social, limpieza y desinfección de las superficies, etc.

No obstante, en las grandes empresas, especialmente en establecimientos de elaboración y servicios de comidas, así como de venta directa al consumidor, mataderos de aves, conoces y animales ungulados, establecimientos que comercializan al por menor carnes frescas y sus derivados, así como de lácteos, los protocolos de actuación fijados no han cambiado y continúan realizándose de manera habitual. La inspección llevada a cabo por personal experto en materia de seguridad alimentaria fija un cuestionario con "distintos apartados de comprobación". "Estos procedimientos permiten armonizar los controles realizados por los inspectores y aplicarlos de la manera más objetiva posible", detallan. En el interrogatorio se valora las condiciones de higiene del lugar de trabajo, la formación del personal, el etiquetado del producto, almacenamiento y conservación, envasado, trazabilidad, etc. Para cada actividad los protocolos son diferentes, pero la exigencia es la misma. Posteriormente, una vez que el personal inspector haya aplicado el control de la "manera más objetiva posible", se hacen públicos los datos para que las empresas sean conocedoras del resultado final.