La SPRI valoró ayer como una “excelente noticia” el acuerdo entre España, Francia y Portugal de la creación de un nuevo “corredor de energía” para interconectar la Península Ibérica con el resto de la Unión Europea a través de un conducto que una Barcelona con Marsella. Una de las variantes de este acuerdo tiene que ver con el respaldo de los tres países a la conexión eléctrica submarina del Golfo de Bizkaia. Esta instalación submarina, con una longitud de 400 kilómetros entre la subestación de Gatika y la de Cubnezais (en las cercanías de Burdeos), se construirá entre 2025 y 2027.

“Con el proyecto de Gatika-Bordeaux, la interconexión de electricidad entre la Península Ibérica y el Estado francés aumentaría del 3% actual al 5%”, destacaron fuentes de la SPRI. “El proyecto de interconexión eléctrica de Gatika permitiría una mayor capacidad de exportar la energía renovable producida, así como importar en momentos puntuales la energía que podamos demandar, Todo ello incidirá en un precio energético más competitivo”, añadieron.

La ministra española para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, se reunió ayer en París con los ministros franceses de la Transición Ecológica, Agnès Pannier-Runacher, y de Economía, Bruno Le Maire. Tras la reunión, Ribera reiteró que ella calcula que el BarMar podría tardar “cuatro a cinco años”, pero fuentes del Gobierno francés filtraron a la prensa que no lo ven operativo “antes de 2030”.