Los ministros de Economía del Eurogrupo debaten hoy en Luxemburgo cómo afrontar una inflación récord del 10%, sobre todo el encarecimiento de la factura de la luz, mientras crece el temor a una recesión si empeoran los problemas de suministro de energía. La discusión sobre la coyuntura económica se ha convertido en punto fijo y central de la agenda de los ministros desde el inicio de la guerra de Ucrania y en esta ocasión les acompañará el secretario general de la OCDE, Mathias Cormann, después de que esta semana la organización empeorase sus previsiones para Europa.

La OCDE cree que en 2023 el PIB de la Eurozona crecerá apenas un 0,3% y alerta de que si se produce un desabastecimiento del gas muchas economías se verían abocadas a la recesión, una imagen similar a la que pinta el BCE, que proyecta un crecimiento del 0,9 % el año que viene pero una caída de la misma magnitud si Rusia cierra el grifo del gas. El Eurogrupo es “consciente de la gravedad de las circunstancias” pero cree que los fundamentos de la economía europea son sólidos y “podrá superar la crisis”, por lo que el problema “más inmediato” es lidiar con la escalada de precios para evitar que se convierta en permanente, apunta un alto funcionario europeo.

El consenso es que, de momento, la situación no justifica una política de ayudas masivas y universales como durante la pandemia y tanto la Comisión Europea como el BCE han pedido a los Gobiernos que apuesten por ayudas selectivas para los más vulnerables, de modo que la política fiscal no dé un estímulo a la demanda que acabe alimentando la inflación y anulando el efecto de las subidas de tipos con las que el BCE quiere enfriar la economía.

“Debido a la extrema urgencia, el apoyo fiscal hasta ahora ha sido en forma de medidas amplias y de precios más que medidas específicas basadas en ingresos. Los ministros entienden que de aquí en adelante tenemos que pensar menos en velocidad y simplicidad y más en el largo plazo, distribución de la carga, sostenibilidad de la deuda y efecto en la inflación”, afirman las fuentes. Se espera que los ministros adopten una declaración que confirme que las medidas serán cada vez más temporales y selectivas, aunque políticamente esta estrategia podría resultar difícil de aplicar si se tiene en cuenta, por ejemplo, que Alemania aprobó esta misma semana un paquete de 200.000 millones de euros para abaratar la factura de la luz, el equivalente a un cuarto del fondo de recuperación europeo.

REUNIÓN CON FMI Y BANCO MUNDIAL

Tras el debate sobre la situación económica, el Eurogrupo preparará las reuniones de otoño del FMI y el Banco Mundial con la vista puesta en las turbulencias de las divisas, dónde el euro se ha depreciado fuertemente frente al dólar, aumentando las presiones inflacionistas en la eurozona, y el Banco de Inglaterra ha intervenido para frenar el desplome de la libra tras rebajas de impuestos del nuevo gobierno británico.

EN BUSCA DE UNA REGULACIÓN

EL EURO DIGITAL, DE NUEVO A DEBATE

Normas. Las negociaciones sobre el euro digital estarán también sobre la mesa y los ministros debatirán cuál es el papel que debe tener el sector privado en este ecosistema, tanto en términos de operaciones de pago y el modelo de distribución del euro digital, considerando que el Banco Central Europeo no operará por si solo este ecosistema. La idea es establecer un marco bien definido con reglas que los intermediarios tendrán que respectar cuando se construya la plataforma del euro digital y creen el producto final para el usuario. Además, también se discutirá el relevo a la presidencia del Mecanismo Europeo de Recuperación (MEDE), que en breve debe abandonar Klaus Regling,