El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, considera difícil que el impuesto a la banca que el Gobierno central está diseñando no tenga ninguna incidencia sobre factores como el volumen de crédito, las condiciones de financiación o la estabilidad financiera.

En un foro organizado por La Vanguardia en Barcelona, Hernández de Cos ha explicado que el Banco Central Europeo se pronunciará sobre este impuesto a la banca cuando esté diseñado, pero ha recordado cuál es la doctrina que sigue el BCE en estos casos.

"Lo que se solicita siempre desde la perspectiva del BCE es que (un impuesto de este tipo) no afecte al volumen de crédito ni a las condiciones de financiación ni tampoco negativamente a la estabilidad financiera, a la capacidad de resistencia de los bancos", ha subrayado.

En este contexto, aunque ha recordado no se conocen aún las características del nuevo impuesto, por la experiencia de impuestos similares en otros países "no es fácil que no acabe afectando" a alguno de estos tres factores, y por lo tanto "la opinión del BCE ha sido negativa" en general cuando se han planteado este tipo de impuestos, ha comentado.

Hernández de Cos participó hace unos días en la reunión que mantuvo la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, con representantes del sector bancario para hablar de este impuesto.

Por otra parte, Hernández de Cos no se ha pronunciado sobre el techo de gasto aprobado por el Gobierno central para confeccionar los presupuestos de 2023.

Ha dicho que hay que esperar a septiembre y a disponer de datos como los de la Seguridad Social o las cuentas de las comunidades autónomas para analizar el incremento de gasto previsto para 2023.