El sindicato LAB denunció ayer que las instituciones, la dirección de Mercedes y los sindicatos firmantes del preacuerdo para la renovación del convenio –UGT, CCOO, Ekintza y PIM– “han querido engañar a la plantilla” al “unir falsamente” el resultado de la votación del lunes con la posible futura inversión de 1.200 millones en esta planta.

LAB se refirió en un comunicado al referéndum celebrado el pasado lunes en la fábrica Mercedes de Gasteiz en el que el 57% de los trabajadores votaron a favor del nuevo convenio. ELA, LAB y ESK defendieron el voto en contra al texto pactado entre la dirección y el resto de los sindicatos, que tienen mayoría en el comité, porque consideran insuficientes las subidas salariales al no ir vinculadas al IPC.

No obstante, a la vista de las declaraciones que hizo el martes el portavoz del Gobierno Vasco, Bingen Zupiria, quien subrayó que ahora queda el “reto de convencer” a la multinacional de que esta factoría es “la mejor ubicación para la gran inversión que tiene previsto hacer”, LAB cree que “se ha engañado a la plantilla”. A su juicio, las instituciones, la dirección y los sindicatos firmantes del acuerdo “querían condicionar la lucha que estaba llevando a cabo la plantilla y diluir sus reivindicaciones” al asegurar que si no se aprobaba el convenio no llegaría esa inversión millonaria para modernizar la planta.

Para LAB las declaraciones de Zupiria son “muy graves puesto que demuestran que quienes unían las inversiones con el resultado de la votación lo hacían únicamente para condicionar” el referéndum. “Chantajes de la dirección, presiones de los sindicatos firmantes, de las instituciones vascas con el lehendakari a la cabeza y de medios de comunicación, patronal alavesa, amenazas de los mandos al personal, sobre todo a eventuales, inclusión de la dirección en el censo, imposición de un sistema telemático sin ninguna razón que lo justificara, la filtración de ese voto telemático antes de que votara el turno de noche... todo ha valido”, denunció.

Este sindicato sin embargo valoró la “histórica” lucha llevada a cabo por la plantilla en los últimos meses, con las nueve jornadas de huelga que han paralizado la producción y que han marcado el futuro de la planta porque “ya nada será igual”.