La economía vasca aguantó en abril en la zona de "crecimiento sólido" a pesar del "menor dinamismo" en el consumo privado como consecuencia "del impacto que empieza a tener la inflación en el poder adquisitivo y en los servicios, especialmente los destinados a las familias".

Pese a todo, tanto la industria como la construcción mantienen "un buen ritmo de crecimiento", al tiempo que el empleo "ofrece un perfil de evolución favorable, según el "Termómetro Económico" mensual del Departamento de Economía y Hacienda.

En abril el Termómetro dio a la economía vasca una valoración de 129,4, casi dos puntos menos que en marzo (131,2), pero se mantuvo en la zona de "crecimiento sólido" al superar los 100 puntos (en una escala de 0 a 150). Para elaborar el Termómetro Económico se miden más de 100 indicadores que tienen una elevada correlación con el PIB.