El 22,21% del suelo industrial de Gipuzkoa presenta un estado deteriorado con diferentes niveles, según recoge un inventario elaborado por la Diputación de Gipuzkoa que el departamento foral de Ordenación del Territorio ha dado a conocer hoy. Según los datos, en la actualidad existen 666,95 hectáreas destinadas a actividad industrial cuyas condiciones no son las idóneas para el desarrollo del sector.

No todas ellas presentan las mismas características, y el estudio distingue entre las que son susceptibles de mejora o recuperación, aquellas en las que ya no se registra una actividad industrial o es muy escasa, y por último las altamente degradadas cuya reactivación exigiría una intervención muy costosa.

Las primeras de ellas podrían servir de guía a la política impulsada por la Spri de recuperación de suelo que en su día tuvo actividad económica para mejorarlo y adaptarlo a nuevas necesidades empresariales del territorio. El inventario de la Diputación de Gipuzkoa señala que más de la mitad de la superficie industrial deteriorada, en concreto el 60%, podría readaptarse con una intervención que subsanase "los principales déficits funcionales que hoy día presentan".

En este caso, las comarcas que presentan un mayor porcentaje de suelo recuperable o mejorable son Debabarrena y Donostialdea. El estudio elaborado por los arquitectos Joseba Larzabal, Mikel Uriol y Oihane Arruarte y el licenciado en Derecho Iñigo Insausti explica que en el caso de Debabarrena la alta presencia de suelo deteriorado recuperable se debe a la incorporación del polígono de Itziar, mientras que en el de Donostialdea a la integración de polígonos construidos en la década de los 70 como son Ugaldetxo en Oiartzun, Bidebitarte en Astigarraga y Sagasti en Lezo.

Otro 25% de suelo industrial deteriorado corresponde a terrenos donde la actividad es escasa o nula y, en esta categoría, destaca la comarca del Goierri. El inventario lo atribuye a la desaparición de importantes fábricas que trabajaban en el sector de la siderometalurgia y focaliza la existencia de estos suelos deteriorados sin actividad en Legazpi, Zumarraga y Urretxu.

DEGRADACIÓN

Otros suelos industriales presentan un alto nivel de degradación que dificulta considerablemente su recuperación, aunque su porcentaje en el conjunto es pequeño, de un 10%. Los autores del estudio indican que en este caso la distribución por comarcas es más equilibrada, aunque citan a Urola Kosta por duplicar la superficie con respecto a la media guipuzcoana.

Como elemento diferenciador, señalan que estos terrenos altamente degradados se sitúan en un ámbito periurbano, mientras que en el resto de los casos es más frecuente encontrarlos en áreas interiores del núcleo urbano donde la edificación se ha abandonado o existe una precaria urbanización.

En general, las comarcas guipuzcoanas que presentan una cantidad de suelos industriales deteriorados por encima de lo que les correspondería según su peso en el PIB del territorio son Goierri, Urola Kosta y Debabarrena, área esta última que ha sido muy activa en armería y motorización cuya presencia ha ido en declive.

En el lado opuesto, Tolosaldea, Donostialdea y Debagoiena albergan menos suelo industrial en condiciones deterioradas de lo que cabría esperar por su aportación al Producto Interior Bruto.