Los sindicatos y la dirección de Mercedes en Vitoria han retomado este miércoles la negociación del convenio colectivo con nuevas propuestas sobre la mesa para renovar el texto actual, que caducó hace 14 meses sin que en ese tiempo se haya logrado un acuerdo en las diversas reuniones celebradas, la última el pasado diciembre.

Los sindicatos ELA, LAB, CCOO y ESK, que tienen el 58 % del comité de empresa, presentaron el pasado marzo una propuesta conjunta en la que, entre otras cuestiones, planteaban una subida de los salarios de un 2,5 % anual sobre la que no han logrado acordar con la dirección.

En el encuentro de este miércoles UGT y Ekintza han puesto sobre la mesa sendas plataformas y según han explicado fuentes sindicales la empresa les ha trasladado que quiere buscar "puntos comunes" entre las diversas propuestas para entrar a debatir, por lo que las partes se han citado para seguir negociando el próximo miércoles.

En una nota, UGT ha justificado su propuesta ante la "incapacidad" de la mayoría del comité de acordar "ni un solo punto" con la dirección para dar respuesta a las pretensiones de los trabajadores y ha remarcado que cualquier acuerdo al que se pueda llegar en la mesa negociadora tiene que estar condicionado a la adjudicación de nuevos modelos a la planta de Vitoria.

Entre los puntos que UGT considera "esenciales" para poder llegar a cualquier acuerdo de convenio están que los trabajadores temporales en la empresa sean inferiores al 15 % de la plantilla, la conversión de hasta 500 contratos en indefinidos antes de la finalización del convenio y una contratación mínima de 12 meses para el colectivo temporal, además de incorporar las condiciones para el contrato relevo recogidas en el Real Decreto 20/2018.

UGT ha dicho que su propuesta está totalmente "abierta" y que espera que pueda servir de base a otras aportaciones con el objetivo de conformar una mayoría suficiente con la que poder firmar un preacuerdo que esta central considera que debería ser después ratificado en referéndum para llevarlo adelante con al menos el 55 % de los votos de toda la plantilla o en su defecto por el mismo porcentaje del comité de empresa.

Ekintza por su parte ha propuesto un incremento salarial del IPC más el 2 % cada año, que los contratos indefinidos representen el 95 % de la plantilla y aplicar el contrato relevo con mejoras sobre la ley, entre otras cuestiones. Hasta ahora PIM es la única central con representación en el comité que no presentado ninguna propuesta.

LAB ha opinado que el 90 % de las cuestiones que plantea UGT están recogidas en el texto que en su día presentó esta central junto a ELA, LAB y ESK. También ha indicado que en la reunión de hoy la dirección les ha planteado que el nuevo convenio sería para cinco años a partir de 2022, porque para ellos 2021 "está pasado, ha caducado".

Todas las centrales se han mostrado en contra de esa propuesta, "unos con más énfasis" que otros, según ha comunicado LAB, que también ha indicado que ellos no están dispuestos a renunciar a 2021 y que los trabajadores pierdan ese poder adquisitivo.

Para esta central será "difícil" acordar con ellos si la voluntad negociadora de la empresa va por ese camino.

La negociación del convenio en la planta de Mercedes de Vitoria se ha retomado después de que sindicatos y dirección no hayan sido capaces de lograr un acuerdo sobre el nuevo Expediente de Regulación de Empleo (ERTE) de 30 días hasta junio motivado por problemas en el suministro de semiconductores.

En ese caso UGT, CCOO, Ekintza y PIM habían acordado una propuesta que incluía compensar los salarios hasta el 80 % que fue aceptado por la empresa pero después UGT se descolgó argumentando que debía lograrse la adhesión de alguna de las otras centrales que componen el comité (ELA, LAB o ESK) por lo que no fue ratificada.

De esta manera el ERTE se aplicará sin acuerdo, lo que deja en manos de la empresa la decisión de completar o no los salarios.