- La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, aseguró ayer que el objetivo de cara a la negociación del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) pasa por seguir el informe del comité de expertos, que recomendó una subida para 2022 de entre 24 y 40 euros. “El objetivo yo creo que está explicitado, hablo a través de documentos, en el comité de expertos”, afirmó en declaraciones a TVE tras ser preguntada por la cuantía de la subida que el Gobierno se plantea para 2022.

En el informe de la comisión asesora para el análisis del SMI del pasado mes de junio se contemplan tres escenarios que lo elevarían en 2022 a 989 euros mensuales (24 euros más), a 996 euros (31 euros más) o a 1.005 euros (40 euros más). En septiembre pasado, en el acuerdo alcanzado solo con los sindicatos, se pactó la subida intermedia que los expertos habían recomendado para 2021 que eran quince euros, lo que elevó el SMI a los actuales 965 euros brutos en catorce pagas.

La vicepresidenta aseguró que la subida para este año no se llevará al Consejo de Ministros hasta que no concluya el proceso de diálogo social, y subrayó que se acometerá “con la convicción de que el salario mínimo es la principal herramienta para atajar la desigualdad”.

Al respecto recordó que las subidas anteriores han permitido reducir la brecha de género salarial 2,5 puntos, y han servido para elevar los tramos salariales más bajos que suelen afectar a mujeres y jóvenes.

Por su parte, el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, pidió ayer la inclusión de la cláusula de revisión salarial en los convenios colectivos para garantizar que los trabajadores mantengan su poder adquisitivo ante la subida de la inflación, que se disparó en diciembre al 6,7% en tasa interanual y cerró el año en una media del 3,1%.

La subida salarial en la negociación colectiva y el incremento del Salario Mínimo Interprofesional a 1.000 euros, con carácter retroactivo para el 1 de enero, serán los ejes centrales de la acción sindical de UGT este 2022, como expuso Álvarez en una rueda de prensa.

“El aumento de los salarios tiene que tener una relación con la inflación y podemos dar un margen si hay una cláusula de revisión a la hipotética bajada de la inflación. Estas son las dos cuestiones claves: cláusula de revisión y, a la vez, que el aumento de los salarios tenga una relación clara con la actual situación de inflación”, comentó.

Álvarez cuestionó que el repunte del IPC observado a lo largo de 2021 vaya a tratarse de una “cuestión coyuntural” y exigió proteger a los ciudadanos a través de mejores salarios, una decisión que, a su juicio, también beneficiará al conjunto de la economía, al consumo, a las empresas y a la creación de empleo.

El secretario general de UGT evitó dar una cifra concreta de la subida salarial que reclamarán a la patronal en la negociación colectiva, a la espera de fijar un porcentaje coordinado con CCOO, aunque fuentes sindicales apuntan a un 3,1%, el equivalente a la inflación media de 2021.

Álvarez pidió a la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) que constituya cuanto antes la mesa de negociación colectiva y les instó a hacerlo “por voluntad propia”.

UGT esperaba que el año comenzara con el SMI en los 1.000 euros, como se había comprometido el Gobierno en 2021. Sin embargo, el Ejecutivo prorrogó el monto actual, 965 euros, hasta que se fijara un nuevo salario mínimo en la mesa de diálogo. “No ha subido el 1 de enero a los 1.000 euros. Queremos pensar que como consecuencia de la intensidad a la que nos sometimos en el mes de diciembre”, dijo Álvarez, en alusión a las negociaciones de la reforma laboral.