- Los trabajadores vascos que hayan arrancado el año sin renovar su convenio afrontan una negociación compleja con un IPC desbocado por encima del 5%, pero con expectativas mínimas de alcanzar esos niveles. Sin embargo, los que llegaron a un acuerdo para renovar sus salarios el año pasado tienen incluso más motivos de preocupación. Los 190.000 asalariados vascos que firmaron un nuevo pacto laboral con su empresa tuvieron de media un incremento de sueldo del 0,84%, el más bajo de todo el Estado y casi la mitad de la media (1,47%).

Euskadi sigue estando a la cabeza de los salarios, solo por detrás de Madrid, pero la tendencia ha cambiado radicalmente en apenas cuatro años. El curso de 2018 fue el último en el que los convenios vascos registraron mayor crecimiento que los del conjunto de España. El sorpaso se produjo en 2019, que se cerró con un repunte del 2,33% en el Estado y del 1,65% en la CAV.

A partir de entonces, la negociación colectiva vasca ha perdido empuje y su frenazo pasando factura al bolsillo de los trabajadores. La dinámica entronca con un debate que se ha enquistado en las relaciones laborales vascas: la apuesta del sindicato mayoritario ELA por negociar los convenios a nivel de empresa y la necesidad de avanzar a mayor ritmo, con acuerdos más amplios.

Al mismo tiempo, también coincide con las necesidades parlamentarias del Gobierno de Pedro Sánchez para sacar adelante su reforma laboral. Desde Euskadi, partidos y sindicatos reclaman que los marcos autonómicos prevalezcan sobre los estatales.

La patronal, CCOO, UGT y el PSOE defienden que esa prevalencia ya existe sin necesidad de blindarlo en la nueva normativa. Y Confebask va más allá y asegura que, a efectos prácticos, no se firman acuerdos autonómicos, salvo excepciones.

Lo cierto es que el año pasado se firmaron 354 pactos directrices de las condiciones de trabajo en Euskadi. De ellos, 323 fueron de ámbito empresarial y 31 de un ámbito superior. Solo cuatro tenían nivel autonómico y afectaron apenas a 10.702 trabajadores. Fueron, sin embargo, éstos los que lograron un incremento salarial mayor, un 1,75%, por encima de la media del Estado y también del conjunto de convenios autonómicos.

Los pactos de empresa, por su parte, recogieron en la CAV subidas de sueldo del 1,16%, ligeramente por encima de la media estatal (1,10%). El ámbito provincial tuvo un perfil muy bajo debido al comportamiento dispar por territorio. El incremento de los convenios alaveses fue el más destacado (2,31%), muy lejos del vizcaíno (0,99%) y a más distancia todavía del de Gipuzkoa (0,19%). En el conjunto del Estado, del total de 2.886 convenios con efectos económicos en 2021, solo contaban con cláusula de garantía salarial 456, que dan cobertura a 1,2 millones de trabajadores.

Esta garantía que protege solo a uno de cada siete trabajadores con convenio implica la revisión de los sueldos en función del comportamiento del Índice de Precios al Consumo (IPC) interanual, aunque también se pueden pactar otras circunstancias.

El último Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) suscrito por patronal y sindicatos tenía validez para el periodo 2018-2020 y recomendaba una subida salarial anual del 2%, más un punto adicional voluntario. De acuerdo con la estadística de Trabajo, en 2018 la subida salarial media pactada en convenio colectivo fue del 1,72%, en 2019 llegó al 2,24% y en 2020 se quedó en el 1,75%, aunque en todos los casos se situó por encima de la inflación que cerró en el 1,2% en 2018, en el 0,8% en 2019 y en -0,5% en 2020. Tras un año con el AENC caducado, los sindicatos se concentraron a mediados de diciembre ante la sede de la patronal CEOE para exigir que se siente a negociar un nuevo acuerdo, que recoja subidas salariales por encima de las que se están aplicando y más acordes a un contexto de elevada inflación.

0,8%

Los convenios colectivos firmados en Euskadi entre enero y diciembre del año pasado suponen un incremento salarial del 0,84%, lo que representa casi la mitad del 1,46% registrado en el conjunto del Estado.

2%

El último acuerdo entre agentes sociales, suscrito a nivel de Estado, contempla una referencia inicial de negociación del 2%. Es la base media del crecimiento de los salarios en 2020. Una barrera que queda más de un punto por debajo de lo establecido en el conjunto del Estado, y casi punto y medio de la media de Euskadi.